Las negociaciones indirectas entre Israel y El Líbano para establecer el límite marítimo entre ambos países tuvo un arranque «productivo», según afirmaron voceros de Estados Unidos y las Naciones Unidas, que están mediando las conversaciones
Esta primera ronda de negociaciones se llevó a cabo el miércoles de esta semana en la base de las fuerzas de paz de las Naciones Unidas en la localidad libanesa de Naqura, cerca de la frontera con Israel.
Aunque ambos países están todavía técnicamente en estado de guerra, los gobiernos de Jerusalén y Beirut aceptaron finalmente sentarse a la mesa de conversaciones, aunque sea de manera indirecta y después de varios años de mediaciones por parte de las autoridades de Washington.
El Líbano se encuentra actualmente en medio de una crisis política y económica y ve la posibilidad de establecer los límites en el Mediterráneo como un camino a posibles tareas de exploración de gas y petróleo.
Israel ya descubrió dos grandes yacimientos de gas en sus aguas territoriales y está trabajando en ellos a través de plataformas perforadoras y planes de exportación a sus vecinos de Egipto y Jordania.
En un comunicado conjunto, Estados Unidos y las Naciones Unidas dijeron que las charlas en Naqura fueron «productivas» y que las delegaciones libanesa e israelí reafirmaron su «compromiso de continuar las negociaciones a finales de este mes» de octubre.
La ronda de Naqura se llevó a cabo apenas semanas después de que Israel firmara un acuerdo para el establecimiento de relaciones diplomáticas con los Emiratos Árabes Unidos y con Bahrein, una tendencia que podría continuar con otros países de la región.
Si bien por ahora se descarta un acercamiento entre Beirut y Jerusalén en el corto plazo, el propio presidente libanés, Michel Aoun, reconoció recientemente que podría darse un acuerdo entre los dos países si se resuelven los «problemas» pendientes.