El ministro de Exteriores de Colombia, Álvaro Leyva Durán, debió salir a aclarar sus declaraciones sobre el embajador de Israel en Bogotá, Gali Dagan, a quien no «expulsó», como señalaron algunas versiones, mientras crece en el país sudamericano la preocupación sobre sus aviones y fusiles israelíes.
Colombia deberá enfrentar la suspensión de las importaciones de armas israelíes, decidida por el gobierno de Jerusalén después de una serie de desafortunados mensajes del presidente del país sudamericano, Gustavo Petro, a través de la red social X, conocida como Twitter.
En efecto, Petro evitó condenar de manera inequívoca la incursión terrorista de Hamas del 7 de octubre, que dejó 1300 y unos 200 secuestrados en manos del grupo islamista, y lanzó una catarata de opiniones contrarias a la operación de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) sobre Gaza.
La campaña israelí contra el bastión del grupo extremista se puede considerar un «genocidio», aventuró Petro, quien se declaró dispuesto a suspender relaciones con Jerusalén.
Pero lo que terminó de enfurecer al gobierno israelí fue una comparación que Petro hizo con el nazismo. Ya estuve en el campo de concentración de Auschwitz y ahora lo veo calcado en Gaza», se atrevió a escribir el mandatario latinoamericano.
Contra las declaraciones de Petro
Israel condenó las declaraciones de Petro, «que reflejan un apoyo a las atrocidades cometidas por los terroristas de Hamas, avivan el antisemitismo» y «amenazan la paz de la comunidad judía en Colombia», señaló en aquel momento el vocero del ministerio de Exteriores de Jerusalén, Lior Haiat.

Entiéndase. No he dicho que el embajador de Israel esté expulsado. Solo se aspira y se indica que la cordura de las palabras y respeto al Presidente Petro @petrogustavo son obligatorias en las relaciones diplomáticas. Así debe ser.
— Álvaro Leyva Durán (@AlvaroLeyva) October 16, 2023
Ahora, esta semana, se vivió un nuevo round en la crisis diplomática bilateral. El canciller Leyva también salió a X (Twitter) para ponerse del lado de Petro frente a las críticas de Israel y el anuncio de la suspensión de venta de armas.
Según Leyva, «la historia de la diplomacia universal consignará como hito la patanería insensata del embajador de Israel en Colombia para con Gustavo Petro», dijo el jefe de la diplomacia de Bogotá apuntando contra Dagan.
«Vergüenza», declaró el lunes de esta semana el ministro de Exteriores, quien sugirió al diplomático israelí: «mínimo pedir excusas e irse». Y cerró con un «la inteligencia se enfrenta con inteligencia. Hay Estados en juego».
La parte del mensaje con la recomendación de «pedir excusas e irse» fue interpretado por muchos sectores como una expulsión del embajador israelí y creó una pequeña convulsión en el país sudamericano, pero fue el propio Leyva quien volvió a X (Twitter) para aclarar sus dichos.
«Las relaciones se mantendrán»
«Entiéndase -pidió Leyva-. No he dicho que el embajador de Israel esté expulsado. Solo se aspira y se indica que la cordura de las palabras y respeto al presidente Petro son obligatorias en las relaciones diplomáticas. Así debe ser».
«Las relaciones con Israel se mantendrán si este país así lo desea», agregó el canciller. «Nuestros principios constitucionales nos enseñan y mandan respetar el derecho internacional, algo que debe ser de doble vía», continuó.
«Las relaciones respetuosas entre estados -suavizó Leyva- siempre serán bienvenidas».
Fuentes de la cancillería colombiana, consultadas por el diario El Tiempo, de Bogotá, apuntaron que el mensaje del ministro que provocó la confusión fue «solo un trino» de Leyva, un exabrupto.
Pero detrás de estas escaramuzas diplomáticas se encuentra un verdadero problema para Colombia, comenzando por sus aviones Kfir y los fusiles Galil que utilizan las fuerzas de seguridad del país sudamericano.

«La decisión de Israel de frenar ‘las exportaciones de seguridad a Colombia’ y la posterior reacción del presidente Petro, quien habló de una posible suspensión de las relaciones», dijo el diario El Espectador, «abrieron el debate sobre la importancia de los elementos que el país dejaría de recibir».
La importancia de la cooperación militar
Según el periódico, otro de los más importantes de la nación latinoamericana, «la lista es larga, pues uno de los factores claves de la relación entre Colombia e Israel ha sido la cooperación militar».
«Los ejércitos de ambos países han realizado numerosos ejercicios de entrenamiento para reforzar técnicas de combate y antiterrorismo, pero, aún más importante, Colombia le ha comprado a la industria militar de ese país una parte importante del material bélico con el que ha dotado a sus fuerzas militares», precisó el reporte.
Además de los Kfir en dotación de la Fuerza Aérea de Colombia, sus soldados y oficiales de seguridad utilizan numerosos modelos de armas producidas por la empresa israelí IWI, entre ellos la pistola semiautomática Jericho, el rifle X95 y los fusiles Galil.
Una compañía colombiana, Indumil, «fabrica su propia línea de fusiles Galil, denominada Córdova, pues en 2002 la industria israelí le otorgó la licencia exclusiva de producción», recordó El Espectador.
«En el país también se fabrica la ametralladora Negev, bajo la licencia de la versión ‘Negev NG7’, utilizada por el ejército, la policía y la fuerza aérea», abundó el periódico, que destacó la preocupación de los productores locales por la suspensión de las exportaciones israelíes y de sus licencias.