A la luz de los Acuerdos de Abraham, firmados en setiembre del 2020 y que activaron los lazos diplomáticos de Israel con los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Bahrein, una nueva corriente de comunicación se desató entre jóvenes -y no tanto- de los tres países
«El enorme crecimiento de las redes sociales en los últimos años ha permitido que el mundo vea un Medio Oriente diferente», donde las personas pueden «comunicar directamente sus puntos de vista honestos sobre los judíos e Israel al mundo», afirmó el artículo del Jewish Chronicle.
Pero en el 2020, con el tratado firmado en Washington, «algo volvió a cambiar», apuntó el autor de la nota, Jonathan Sacerdoti.
Se trató, aseguró, de «un momento decisivo» que «permitió a muchos árabes hablar abiertamente sobre Israel sin temor a una reacción violenta».
El reportero señaló que el fenómeno involucra a varios «influencers pro-Israel» y «árabes sionistas pioneros», algunos de los cuales hablaron para el reportaje de la revista británica.
https://twitter.com/Fatemaal7rbi/status/1479523362783350791
Loay Al-Shareef, por ejemplo, tiene 39 años y reside en Abu Dhabi, la capital de los EAU. Tiene 180.000 seguidores en Twitter y más de 80.000 en Instagram, adonde publica comentarios sobre idiomas y etimología.
Originalmente de Arabia Saudita, Loay estudió ingeniería informática en Estados Unidos y luego viajó a estudiar francés en París, adonde vivió en la casa de una familia judía.
«Es muy justo que los judíos tengan su patria ancestral en la tierra de Israel»
«Ese fue el verdadero punto que me cambió la vida respecto del pueblo judío, porque llegué a conocerlos más de cerca«, le confesó al Chronicle.
A partir de ese momento, el joven saudita-emiratí comenzó a estudiar la historia de la Tierra Santa y se convirtió en un defensor del derecho de los judíos a contar con un estado propio en Israel.
Para Al-Shareef, «es muy justo que los judíos tengan su patria ancestral en la tierra de Israel».
Por su parte, Fatema Al-Harbi, de 30 años, también es una influencer, pero vive en Bahrein. Desde allí se comunica a diario con sus miles de seguidores en Twitter e Instagram para hablar de cultura y temas sociales, pero poco de política.
Fatema estudió en Australia y nació en el seno de una familia «de mente muy abierta», según le contó al diario.
Curiosa y aventurera, la joven experta en Recursos Humanos aceptó la invitación de algunos de sus nuevos amigos israelíes online y viajó a conocer el país que, hasta hace poco, era considerado un enemigo.
«Para ser honesta, tenía un poco de miedo» cuando llegó a Israel, admitió Al-Harbi durante la conversación con Sacerdoti. «Mi familia y mis amigos me decían: ‘Dios mío, ¿en serio vas a Israel?'», recordó.
Es que, en el mundo árabe, aunque las cosas están cambiando lentamente, en especial en el Golfo, «lo que se escucha en los medios de comunicación» sobre Israel «es malo», reconoció Fatema.
«La gente está cansada de guerras y conflictos y quiere saber más y más sobre los otros pueblos»
La historia en el Jewish Chronicle cuenta que Fatema viajó por primera vez a Israel en octubre del 2020, apenas un mes después de la firma de los Acuerdos de Abraham. Y que, al regreso,» recibió atención negativa, incluidas amenazas de muerte».
part two of the @WatchYalla episode w our crew! https://t.co/suU5JVCix2
— Sharaka - شراكة (@sharakango) January 2, 2022
Sin embargo, eso no evitó que visitara Israel una vez más, en octubre del 2021. «Durante esos doce meses intermedios, las cosas habían mejorado y la mayoría de las respuestas fueron positivas», indicó el reportaje.
Incluso «algunas personas se me acercaron y me preguntaron: ‘¿Cómo podemos ir a visitar Israel?’«, comentó Fatema, según la cual «muchas cosas han cambiado en solo un año».
En efecto, desde que se firmaron los acuerdos -a los que sumaron luego Sudán y Marruecos- se establecieron rutas de vuelos directos y se registró una oleada de negocios e intercambios comerciales que llegaron a los 570 millones de dólares en un año solamente con los EAU.
Detrás de esa catarata económica, varias organizaciones civiles se pusieron a trabajar para acercar a los ciudadanos «comunes» de Israel, los EAU, Bahrein y Marruecos, como es el caso de Sharaka, que tiene sedes en los tres países.
Los voceros de la organización son también muy activos en las redes sociales, y algunos de ellos fueron entrevistados para un video del canal online en árabe Yalla.
«La gente está cansada de guerras y conflictos y quiere saber más y más sobre los otros pueblos» de la región, resumió perfectamente durante el video Lorena Khateeb, una joven árabe israelí. Lorena es una de las fundadoras de Sharaka, que en árabe quiere decir, apropiadamente, «cooperación»..