Mientras se celebra en Estados Unidos el Día de los Presidentes, es una buena oportunidad para recordar a Harry Truman, el mandatario norteamericano que reconoció la independencia de Israel apenas pocas horas después de haber sido proclamada
Si bien Franklin Roosevelt simpatizaba en general con la idea sionista de crear una patria judía en Israel, los complejos intereses activados por la Segunda Guerra Mundial inhibieron al entonces presidente de Estados Unidos de dar el paso decisivo que, finalmente, fue asumido por su sucesor.
Roosevelt, precisan los reportes de los Archivos Nacionales norteamericanos, «parecía simpatizar con la causa judía», pero «sus garantías a los árabes de que Estados Unidos no intervendría sin consultar a ambas partes causó incertidumbre pública sobre su posición».
Tras el fallecimiento del recordado presidente que lideró a Estados Unidos durante la guerra, su lugar fue ocupado por quien hasta entonces se desempeñaba como vice.
En efecto, Roosevelt murió el 12 de abril de 1945, y ese mismo día Truman asumió como nuevo presidente.
Apenas instalado en el cargo, Truman «dejó en claro que sus simpatías estaban con los judíos y aceptó la Declaración Balfour, explicando que estaba de acuerdo con el principio de ‘autodeterminación'» expresado por el ex presidente Woodrow Wilson, continúa el informe de los Archivos Nacionales.
A la medianoche (hora local) del 14 de mayo de 1948, el Gobierno Provisional de Israel proclamó el nuevo estado, y en ese mismo día Estados Unidos, en la persona del presidente Truman, reconoció al gobierno judío provisional como autoridad de facto en el territorio asignado, aunque fue recién el 31 de enero de 1949 cuando se emitió el reconocimiento «de jure».
La decisión de reconocer rápidamente al flamante estado de Israel fue muy personal para Truman. Así lo confirma el hecho de que los delegados de Washington ante la ONU y los principales funcionarios del Departamento de Estado se enojaron porque Truman emitió su declaración de reconocimiento a la prensa sin notificarlos primero.
Pocos días después, el 25 de mayo de 1948, Truman recibía en la Casa Blanca al entonces presidente de Israel, Haim Weizmann, quien le regaló al mandatario estadounidense una bella Torá, en reconocimiento por su posición en favor del pueblo judío.