El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, lanzó en la noche del jueves duras críticas contra Israel en el tradicional mensaje sobre el estado de la Unión, durante el cual reconoció el derecho de atacar a Hamas pero reclamó una «solución de dos estados» para el conflicto.
Hablando ante el pleno del Congreso, en la ciudad de Washington, Biden opinó que «Israel también tiene la responsabilidad fundamental de proteger a los civiles inocentes en Gaza» y volvió a pedir que se instale un nuevo cese del fuego, de al menos seis semanas.
Biden viene hasta ahora apoyando en general al gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu, e incluso visitó Israel pocos días después del ataque terrorista del 7 de octubre del 2023, cuando Hamas masacró 1200 personas en el sur del país y secuestró decenas de rehenes.
Pero en este mensaje hizo más hincapié en la situación humanitaria en Gaza que en la seguridad israelí y el estado de las personas que siguen cautivas en manos de los terroristas islámicos en el enclave palestino.
«Esta crisis comenzó el 7 de octubre con una masacre perpetrada por el grupo terrorista Hamas», apuntó Biden, quien reconoció que «Israel tiene derecho a perseguir» a los miembros del grupo islamista.
Hamas «podría poner fin al conflicto hoy mismo»
Hamas, añadió, «podría poner fin a este conflicto hoy mismo liberando a los rehenes, deponiendo las armas y entregando a los responsables» del ataque terrorista.
President Biden says about the Israel-Hamas conflict: «As we look to the future, the only real solution to the situation is a two-state solution over time.» https://t.co/vNGBanQ3pZ pic.twitter.com/k9SaJh4NNz
— CBS News (@CBSNews) March 8, 2024
Y si bien admitió que Israel «tiene una carga adicional porque Hamas se esconde y opera entre la población civil», también dijo que el país «tiene la responsabilidad fundamental de proteger a los civiles inocentes en Gaza».
«Esta guerra se cobró un mayor número de víctimas entre civiles inocentes que todas las guerras anteriores en Gaza juntas», con «más de 30.000 palestinos» muertos», continuó Biden. Luego, sin precisar la fuente de su estimación, dijo que «la mayoría» de esos muertos «no son Hamas».
«Es desgarrador», afirmó el presidente del país que provocó la muerte de entre 185.000 y 208.000 civiles después de invadir Irak en el 2003, según los datos de la organización independiente Iraq Body Count project.
Por otro lado, el país norteamericano puede ser señalado como el responsable de la muerte de 70.000 civiles afganos y paquistaníes durante su invasión y ocupación de Afganistán, según la Brown University.
De todas maneras, Biden dedicó un largo tramo de su discurso a la situación en Gaza, apuntando mayormente contra Jerusalén.
Cinco meses después del 7/10
«Israel debe permitir que llegue más ayuda a Gaza y garantizar que los trabajadores humanitarios no queden atrapados en el fuego cruzado«, siguió Biden.
President Trump SLAMS Biden for giving $6B to Iran, promises to once again stand with Israel and cut off the money to Palestinian terrorists on Day One!pic.twitter.com/ZqmB9vyJBd
— Trump War Room (@TrumpWarRoom) March 8, 2024
«A los dirigentes de Israel les digo esto: la asistencia humanitaria no puede ser una consideración secundaria ni una moneda de cambio«, porque, aseveró, «proteger y salvar vidas inocentes debe ser una prioridad».
Apenas cinco meses después del brutal ataque del 7/10, que dejó miles de israelíes heridos, torturados y con traumas, y mujeres sobrevivientes de agresiones sexuales de los miembros de Hamas, Biden insistió: «si miramos hacia el futuro, la única solución real es una solución de dos estados».
«No hay otro camino que garantice la seguridad y la democracia de Israel», estimó. «No hay otro camino que garantice que los palestinos puedan vivir con paz y dignidad», concluyó Biden, quien se juega la reelección en noviembre, si es que no es desplazado de la carrera por su propio partido.
En efecto, muchos dirigentes demócratas vienen pidiendo que Biden de un paso al costado y otro candidato enfrente al republicano Donald Trump. ¿La razón? Las crecientes señales de senilidad que están afectando al actual presidente norteamericano.