Aviones de la Fuerza Aérea de Israel (FAI) llevaron a cabo el domingo último otra de sus asombrosas «operaciones a larga distancia», un ataque de represalia contra objetivos en Yemen, a 1800 kilómetros de su base, pero con un detalle poco común: a bordo llevaron a un periodista de la CNN.
La información militar en Israel está muy reglamentada y sometida a estricta censura de acuerdo a las necesidades de seguridad del país. Más todavía el acceso a infraestructuras o a operaciones en curso.
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Sin embargo, la oficina de prensa de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) periódicamente organiza entrevistas con oficiales (que en general mantienen el anonimato) o abre a los medios de comunicación las puertas de alguna instalación importante.
Para la operación sobre Yemen -la reacción a los cohetes que viene lanzando el grupo insurgente islamista de los hutíes-, las FDI permitieron que un conocido periodista de la CNN, Nic Robertson, subiera a uno de los aparatos que voló para bombardear el puerto de Hodeida.
Robertson fue invitado a participar de la incursión a bordo de uno de los aviones «tanque» de la FAI, un viejo Boeing 707 reacondicionado para la muy delicada tarea de reabastecer de combustible a los jets de combate en pleno vuelo, un elemento vital para atacar a largas distancias.
Los aviones de combate en general sacrifican espacio para sus depósitos de combustible y favorecen, en cambio, la carga de municiones y bombas. Los pilotos de la FAI entrenan a menudo para que las operaciones de reabastecimiento en el aire sean perfectas.
El «desierto ámbar» desde la ventanilla de un viejo Boeing
«A bordo de un viejo Boeing 707, a miles de pies sobre el Mar Rojo, me pongo unas gafas 3D de alta tecnología y miro fijamente el pequeño monitor de televisión empotrado en una hilera de instrumentos e interruptores retro», comenzó Robertson su crónica en el portal de CNN.
«El desierto ámbar de Arabia Saudita se desliza a mi derecha, la costa de Egipto a mi izquierda» y «luego un monstruoso avión de combate F-35 llena la pequeña pantalla» que tiene enfrente en el tanque de combustible volador.
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Se trata, por supuesto, de uno de los poderosos jets de combate de la FAI, fabricado por Lockheed Martin, considerado uno de los más letales del mundo y «personalizado» con detalles clave de aviónica en Israel, donde se lo conoce como Adir.
A través de su relato, el periodista de la CNN contó que fue invitado por las FDI a participar de una operación pero que solamente a último momento le revelaron los detalles. De hecho, recién en el aire se enteró de que el destino era Yemen.
Robertson aseguró que, el domingo último, se convirtió en «el primer periodista extranjero en ser llevado a una misión de combate a más de mil millas de Israel a bordo de un avión cisterna para reabastecimiento de combustible».
Una vez en el 707, el periodista tuvo acceso a todo el avión, excepto por la cabina de los pilotos. Antes de subir debió entregar su teléfono celular portátil y no se le permitió llevar consigo ninguna cámara.
Una oportunidad «única»
De todas maneras, valoró, «incluso sin una cámara, este acceso es la única oportunidad de observar de cerca y hablar con quienes están en las primeras líneas de la guerra de varios frentes de Israel», que estalló tras el ataque del 7/10 de Hamas contra el sur del país.
El avión, de unos cincuenta años, «no se parece en nada» al aspecto que mostraba en «sus días de gloria, cuando transportaba pasajeros que pagaban» su pasaje, señaló.
«Los asientos desaparecieron -continuó- y su largo fuselaje está equipado con enormes tanques de combustible presurizados, esenciales para que Israel pueda proyectar su potencia de fuego» mucho más allá de sus fronteras.
El comandante del escuadrón de reabastecimiento, que cumple con esta tarea desde hace más de quince años, le explicó a Robertson que «el desafío más grande» de estas misiones es «cargar suficiente combustible y cronometrar la misión al minuto».
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Los F-35 deben llegar a su blanco «con el tanque lleno exactamente en el momento» en que los servicios de inteligencia militares «les indica que es el mejor momento para atacar».
Durante el vuelo, señaló el periodista estadounidense, el portavoz de las FDI que lo acompañó en el Boeing, el teniente coronel Nadav Shoshani, le dijo que el «mensaje» del ataque sobre Yemen era también una advertencia para Irán, que sostiene a los hutíes y a Hamas.
La necesidad de proteger a Israel
Mientras «Israel se prepara para recibir ataques de represalia de Hezbollah» desde el Líbano, el gobierno de Jerusalén «quiere que el patrocinador del grupo, Irán, se mantenga al margen de la lucha», analizó el reportero de la CNN.
En el final de su nota, Robertson estimó que la posibilidad de participar de la operación «no fue solo una lección objetiva de hasta dónde está dispuesto a llegar Israel para castigar a sus enemigos».
También resultó «una evidencia en tiempo real de que adversarios latentes están emergiendo de las sombras» y que «la guerra de Israel para frustrarlos se está volviendo regional», concluyó.
Comentando el reporte del periodista de la cadena estadounidense, el diario israelí Maariv opinó que «está claro que Robertson entiende completamente el punto de vista» de las FDI.
¿De qué se trata? De «la necesidad de proteger al pueblo de Israel de los ataques de los hutíes y otros grupos aliados de Iran». Incluso a 1800 kilómetros de distancia.