Los gobiernos de Jerusalén y de Beirut dieron este martes por hecho la aprobación del acuerdo que pondrá fin a su conflicto por el borde marítimo en el Mediterráneo
El histórico acuerdo entre Israel y el Líbano fue impulsado por mediadores de Estados Unidos y, según autoridades de los dos países, estará pronto listo para la firma.
«Todas nuestras demandas fueron atendidas» y «los cambios que solicitamos fueron corregidos» en el texto original, señaló el director del Consejo de Seguridad Nacional de Israel y jefe del equipo negociador, Eyal Hulata.
«Protegimos los intereses de seguridad de Israel y estamos en camino a un acuerdo histórico», añadió el funcionario.
La nueva demarcación tendrá un importante efecto no solamente geopolítico sino también económico, ya que la zona es rica en yacimientos de gas natural.
En ese sentido, el primer ministro de Israel, Yair Lapid, afirmó que el acuerdo «fortalecerá la seguridad» del país, «inyectará miles de millones en la economía» y «garantizará la estabilidad de nuestra frontera norte».
Por su lado, el jefe del equipo de negociadores de Beirut, Elias Bou Saab, entregó la nueva versión del entendimiento con Israel al presidente libanés, Michel Aoun, y dijo este martes que el texto asegura lo «plenos derechos» de su país en el Mediterráneo.
«El Líbano ha obtenido todos sus derechos y todos sus comentarios se han tenido en cuenta» para delinear el acuerdo, aseguró Bou Saab, quien se desempeña como vicepresidente del parlamento.
Después de entregar el borrador a Aoun, el congresista declaró: «hoy hemos llegado a una solución que satisface a ambas partes».