Una pareja escapó milagrosamente de la muerte en el festival musical Super Nova que se llevaba a cabo cerca de un kibutz, a poca distancia de la frontera con Gaza, y pocas horas después ya tenían puesto el uniforme de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
Liron y Zohar compartieron algunos detalles de la estremecedora historia con el website de las FDI: eran apenas un joven y una joven más entre miles que disfrutaban un sábado de sol y música en la zona del kibutz Re’im.
Hasta que llegó el horror, de la mano de los terroristas del grupo fundamentalista islámico Hamas que lograron infiltrarse en el país y terminaron dejando cerca de mil muertos y decenas de prisioneros, incluyendo ancianos y niños.
«Tan pronto como terminó el infierno», después de haber logrado escapar de «los terroristas hambrientos de maldad», Liron y Zohar «decidieron juntos que debían alistarse en las reservas para cambiar el rumbo» de las cosas y proteger al país, señaló la crónica.
Durante el sangriento caos del sábado (las autoridades hallaron los cuerpos de 260 chicos y chicas en el lugar de la matanza), Liron y Zohar escucharon el consejo de sus amigos: corran, suban al auto y escapen.
«Nosotros los seguimos», prometieron sus amigos, pero no tuvieron suerte. «No imaginamos que eso iba a ser la diferencia entre la vida y la muerte», confesaron.
«Una destrucción terrible»
Después de «largos minutos que parecieron una eternidad», la pareja llegó a la cerca de un moshav y gritaron pidiendo ayuda. Los residentes de la comunidad los asistieron. Allí contaron lo que habían visto en el camino: decenas de vehículos abandonados y «una destrucción terrible».
Pocas horas más tarde recibieron el llamado para unirse a las tropas de reserva de las FDI y sumarse a la operación Espadas de Hierro. «Supimos inmediatamente que, pasara lo que pasara, teníamos que venir a defender nuestro hogar», apuntaron.
Ambos sirven en un batallón de reserva de Ingeniería de Combate de la 6a Brigada. Zohar es capitán y Liron es sargento combatiente de la unidad de evacuación.
«Tenemos amigos que todavía no sabemos cómo están, y este sentimiento difícil sólo nos da la fuerza para luchar y contribuir, por ellos, y para que esto no vuelva a suceder», aseguraron.