Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) anunciaron que expandieron su control sobre el corredor de Netzarim, que separa el norte y el sur de la Franja de Gaza, mientras crece en el país la incertidumbre política y sobre el destino de los rehenes que siguen cautivos.
«Durante las últimas 24 horas, las FDI comenzaron una operación terrestre enfocada en el centro y el sur de la Franja de Gaza con el objetivo de expandir la zona de seguridad y crear una barrera parcial» en el enclave palestino, señaló un comunicado difundido este miércoles.
Versiones de la prensa israelí señalaron que, además de los soldados del ejército, también participan de esta operación tanques y blindados.
El avance sobre el corredor forma parte de la reanudación de las operaciones militares israelíes sobre Gaza después del cese del fuego que permitió la liberación de algunos de los rehenes secuestrados por Hamas durante el ataque terrorista del 7 de octubre del 2023.
Según el primer ministro, Benjamin Netanyahu, el gobierno de Israel retomó las acciones militares precisamente a causa de la falta de compromiso de los islamistas de Hamas con la continuación del proceso de devolución de rehenes a cambio de presos palestinos.
Una operación para «socavar» el poder que le queda a Hamas
En medio de ese panorama, las FDI y las organizaciones de inteligencia lanzaron las incursiones contra «decenas de objetivos y terroristas en toda la Franja de Gaza, incluyendo comandantes de Hamas», apuntaron los voceros militares.

«Los ataques se llevaron a cabo para socavar la capacidad militar y gubernamental de las organizaciones terroristas y eliminar las amenazas al estado de Israel y sus ciudadanos», añadieron los portavoces.
Entre los blancos de las operaciones de esta semana se encontró Yasser Muhammad Harb Musa, señalado como el responsable de asuntos de seguridad en la oficina política de Hamas.
En esa función, indicó el reporte, Musa «era responsable de promover y dirigir actividades terroristas» contra Israel. Además, a lo largo de sus años de actividad, «mantuvo una estrecha relación con altos cargos, incluyendo a Yahya Sinwar«, completó el comunicado.
Aunque se están registrando estos avances militares, la decisión de relanzar la campaña contra Hamas en Gaza viene siendo duramente criticada por un amplio sector de la sociedad israelí, encabezado por los familiares de los cincuenta y nueve rehenes que siguen prisioneros.
En las masivas manifestaciones, los familiares y miles de israelíes advierten que las incursiones militares pueden afectar de manera muy negativa la chance de que los rehenes puedan volver a casa, después de ya más de 530 días de cautiverio en Gaza.
Netanyahu, en el blanco de las críticas
Un blanco puntual de las críticas es el primer ministro, en especial porque lanzó una serie de maniobras políticas en sugestiva coincidencia con la reanudación de los ataques en el enclave palestino.
צה״ל ושב»כ תקפו ביממה האחרונה עשרות מטרות טרור ומחבלים מארגון הטרור ברחבי רצועת עזה. זאת במטרה לפגוע ביכולות הצבאיות והשלטוניות של ארגוני הטרור ולהסרת איום על מדינת ישראל ואזרחיה.
בתקיפות אלו, צה»ל ושב»כ חיסלו את המחבל יאסר מחמד חרב מוסא, מחזיק תיק הביטחון בלשכה המדינית וראש… pic.twitter.com/Xs51PwntEo— צבא ההגנה לישראל (@idfonline) March 19, 2025
Por ejemplo, se estima que Netanyahu promovió con la campaña militar el regreso a la coalición de gobierno y al gabinete del «duro» Itamar Ben-Gvir, líder del partido extremista anti-árabe Otzma Yehudit.
Este retorno le asegura al gobierno contar con los votos necesarios para aprobar el presupuesto en una dividida Knesset, el parlamento unicameral que sesiona en Jerusalén, la capital de Israel.
Gran parte del público en el país está expresando la «percepción» de «motivaciones políticas» entre las razones que llevaron a la nueva campaña de las FDI en Gaza, señaló un analista del Jerusalem Post.
«El 7 de octubre, no había duda de que Israel fue a la guerra por necesidad, tras el brutal ataque de Hamas», pero esta vez, «los muchos críticos» de Netanyahu «creen que las consideraciones políticas, como asegurar la aprobación del presupuesto del gobierno, jugaron un papel en el momento de la operación», escribió Herb Keinon.
Israel entró en esta nueva ofensiva con un gobierno estadounidense (ahora encabezado por el presidente Donald Trump) «más permisivo», además de «un Hamas debilitado y una mayor flexibilidad operativa», continuó el columnista.
Pero «lo hace sin la misma unidad nacional, enfrentando divisiones internas y un creciente escepticismo sobre las motivaciones políticas». Las condiciones militares, concluyó, «pueden ser más favorables, pero el panorama político es mucho más tenso y volátil».