Otras cuatro jóvenes secuestradas por Hamas durante el ataque del 7 de octubre del 2023, las soldados Liri Albag, Daniella Gilboa, Naama Levy y Karina Ariev, volvieron a casa después de más de quince meses de cautiverio y están con sus familias, después de un grotesco desfile en Gaza donde el grupo islamista volvió a mostrar sus garras.
«Una nación entera llora y se regocija con ustedes en este momento», dijo el presidente de Israel, Itzjak Herzog celebrando la liberación.
«Estamos muy contentos de verlas sonreír y finalmente reunirse con sus maravillosas familias» y «rezamos para que encuentren fuerza en su viaje de sanación y recuperación», añadió Herzog, resumiendo el sentimiento de todo el país.
«Finalmente pudimos abrazar a nuestra querida Karina, escuchar su voz, y ver su sonrisa que una vez más nos llena de luz» después de 477 días de cautiverio, expresó a traves de un comunicado la familia de Ariev.
Liri, de 19 años, y Karina, Naama y Daniella, de 20, fueron la segunda tanda de liberación de cautivos en el marco del acuerdo para el cese del fuego en Gaza, donde la guerra estalló después del ataque del 7/10, cuando el grupo terrorista masacró 1200 personas en el sur del país.
Además de asesinar, torturar y vejar durante su invasión, Hamas secuestró 251 rehenes que arrastró hacia el enclave palestino. Algunos fueron liberados durante la tregua de noviembre del 2023 y un puñado de cautivos pudo ser rescatado por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
Como parte de la tregua mediada por Qatar, Egipto y Estados Unidos, se estableció que Hamas deberá entregar un total de treinta y tres rehenes, aunque se desconoce cuántos de ellos siguen con vida.

De hecho, la prensa israelí destacó este sábado, en medio de la alegría por la liberación de las cuatro soldados, que entre los servicios de seguridad existe una «grave preocupación» por la suerte corrida por dos de los rehenes más conocidos, los pequeños Ariel y Kfir Bibas.
Al igual que ocurrió con la primera tanda de entrega de rehenes (Romi Gonen, Emily Damari y Doron Steinbrecher, el 19 de enero), las cuatro soldados fueron traspasadas por los terroristas de Hamas a la Cruz Roja, que a su vez las trasladó hacia el puesto donde las esperaban las FDI.
Las soldados -que fueron capturadas en un puesto de observación militar frente a la frontera con Gaza- pasaron luego rápidamente a territorio israelí y transportadas en helicóptero hacia el Hospital Beilinson, en Petah Tikva, donde pudieron reunirse con sus familiares.
Antes de la devolución, el grupo terrorista organizó un bochornoso acto para hacer desfilar a las cuatro cautivas delante de una muchedumbre de palestinos. Luego las hizo subir a una tarima donde montó carteles anti-israelíes listos para ser grabados por la prensa.
La apariencia de las cuatro jóvenes en ese desfile contrasta con las imágenes de las soldados vistas después de ser capturadas en la base militar de Nahal Oz, ensangrentadas y asustadas mientras eran arrastradas a Gaza en pijamas.
«Hamas es un grupo terrorista asesino», aseveró el contralmirante Daniel Hagari, uno de los voceros de las FDI. «En las últimas horas -añadió-, Hamas demostró su crueldad al organizar una ceremonia cínica» en Gaza.
Al mostrar a las jóvenes relajadas y sonrientes (en Israel se estima que fueron drogadas antes de la entrega, al igual que sucedió en las liberaciones precendentes), el grupo «tergiversó el trato y la atención» que se brindó a los rehenes durante su cautiverio.

Según el jefe saliente de las FDI, el teniente general Herzi Halevi, la liberación de las cuatro soldados «es una parte integral de nuestra victoria en esta guerra» contra Hamas. «Estamos comprometidos a traer de regreso a todos los rehenes, tanto civiles como soldados», enfatizó.
La noción de «victoria» está siendo revisada en Israel después de presenciar las demostraciones de fuerza de Hamas durante las dos primeras tandas de liberaciones de secuestrados.
A medida que avanza el alto el fuego en Gaza, los miembros de Hamas, «que normalmente se visten como civiles durante los combates, aprovecharon la oportunidad para usar sus uniformes y desfilar por las calles en una demostración de fuerza», apuntó el portal Ynet.
Las imágenes de Hamas «blandiendo armas en camiones y rodeado de partidarios civiles, animándolos en medio de las ruinas, dejan claro que, a pesar de las grandes pérdidas» y la eliminación de sus líderes, «la organización terrorista sigue siendo extensa en número, armas y compromiso con la lucha», añadió la publicación.
Como consuelo queda que, por ahora, el grupo islamista debe concentrarse «en reconstruir su capacidad de lucha mientras intentan seguir controlando Gaza».
Sin embargo, varios analistas remarcaron en los últimos días que, si bien se estima que el grupo terrorista perdió entre 20.000 y 25.000 combatientes en la guerra contra las FDI, Hamas habría logrado reclutar nuevos miembros.
Según distintos reportes, Hamas contaría con entre 4.000 y 15.000 nuevos reclutas, en su mayoría sin entrenamiento militar.
Citado por el portal, el analista Yoni Ben-Menachem, del Jerusalem Center for Security, dijo que, con el cese del fuego, «Hamas puede hacer lo que quiera» en el enclave palestino, incluso mostrar que «sobrevivió militarmente».