El primer ministro Benjamin Netanyahu afirmó este miércoles que, en Israel, «todos los ciudadanos son iguales ante la ley», y que el país es «un faro de la democracia y los derechos humanos» en el Medio Oriente
De esta manera, el jefe del gobierno le respondió al ministro de Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, quien -a principios de esta semana- había dicho que Israel puede convertirse en un estado con apartheid si no se concreta la creación de un estado palestino.
«Quiero protestar enérgicamente contra las declaraciones del ministro de Exteriores francés», dijo Netanyahu. Se trata, añadió, de una «afirmación descarada y falsa que no tiene ningún fundamento» porque, en Israel, «todos los ciudadanos son iguales ante la ley, independientemente de su origen».
Y continuó: «el estado de Israel es el faro de la democracia y los derechos humanos en nuestra región, la única democracia en nuestra región».
«Siempre lo ha sido y siempre lo será», siguió Netanyahu. «No toleraremos ninguna predicación hipócrita y mentirosa de moralidad sobre este asunto», completó el primer ministro israelí.