Para el papa Francisco, el estado de Israel y el grupo terrorista palestino Hamas «no están en el mismo nivel», salió a aclarar este jueves un alto funcionario de de la Iglesia después de que unas declaraciones del pontífice provocaran polémica.
El miércoles de esta semana, el Papa recibió en el Vaticano a familiares de israelíes secuestrados por Hamas y de residentes de la Franja de Gaza, actualmente en medio de una guerra.
Después de las audiencias, Francisco declaró que tanto israelíes como palestinos «sufren mucho, he oído cómo ambos sufren. El Papa dijo que «las guerras hacen eso», y pidió orar «por el pueblo palestino, por el pueblo israelí, para que llegue la paz».
Su comentario acerca de que «ambos sufren» fue interpretado por miembros de la delegación israelí y por dirigentes judíos como una equivalencia entre las acciones terroristas de Hamas y la operación militar en el enclave palestino lanzada tras el ataque del 7 de octubre.
«Una tragedia. Y punto»
«El Papa pone a todos al mismo nivel en cuanto a los puntos de partida y de llegada», afirmó, por ejemplo, Noemi Di Segni, presidenta de la Unión de Comunidades Judías Italianas.
Hablando con la agencia italiana de noticias ANSA, Di Segni remarcó que «el punto de partida» de este nuevo conflicto «es el terrorismo que se utiliza para ejecutar un plan de exterminio de los judíos en todo el mundo, mientras que la guerra es necesaria para la defensa de Israel y su pueblo».
Frente a esto, el presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, el cardenal Matteo Zuppi, aseguró este jueves que «el Papa es cuidadoso» y que sus comentarios «no significan poner a todos al mismo nivel».
«El 7 de octubre fue una tragedia, y punto. Fue una tragedia. De ahí la atención, la condena», añadió el prelado, también citado por ANSA.
Zuppi señaló también «lo que está sucediendo en Gaza», y aseveró que Francisco pide un cese del fuego «porque hay un sufrimiento terrible».
«Mirando hacia adelante me parece que está impulsando otra solución para que se combata de verdad el terrorismo, eliminando todo lo que paradójicamente puede de alguna manera justificarlo», concluyó Zuppi.