Posiblemente con el paso de los días, cuando se empiecen a desarrollar los próximos acontecimientos, se podrá entender mejor las razones que llevaron al grupo extremista islámico que controla Gaza a llevar a cabo este sangriento ataque, pero por ahora la pregunta sigue viva: ¿por qué atacó Hamas a Israel?
Más aún, ¿por qué llevó a cabo espeluznantes asesinatos de civiles y secuestros de jóvenes que participaban de una rave? ¿Cómo piensa Hamas volver a una situación más o menos normal después de haber cruzado estas líneas rojas?
Unas primeras aproximaciones, mientras todavía se seguía combatiendo en varios focos en el sur de Israel y la Fuerza Aérea del estado judío golpeaba sin pausa blancos de Hamas en la Franja de Gaza, tienen que ver con el timing, es decir, el oportunismo de la acción terrorista.
En las últimas semanas no se dejó de hablar de los avances en las negociaciones para una normalización de las relaciones diplomáticas entre Israel y Arabia Saudita, una de las grandes potencias de la región.
Incluso el propio líder de facto en Riad, el príncipe heredero Mohammed Bin Salman, le dijo a la cadena estadounidense Fox News que la paz entre Arabia Saudita e Israel está «cada día más cerca».
Bin Salman habló mientras se llevaba a cabo, en setiembre último, una nueva sesión de la asamblea general de las Naciones Unidas en Nueva York, adonde también el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, se refirió al tema.
¿Un golpe a las negociaciones con Arabia Saudita?
Una paz con la poderosa nación del Golfo Pérsico, dijo Netanyahu desde el púlpito de la asamblea de la ONU, puede resultar en «un nuevo Medio Oriente», próspero y pacífico.
El «único» problema de estos avances diplomáticos es que, si se termina acercando a Jerusalén a causa de los temores compartidos frente a un posible Irán atómico, Arabia Saudita se estaría alejando de sus reclamos pro-palestinos.
Hasta ahora, la realeza en Riad se mostraba inamovible: la única posibilidad de normalizar con Israel podría aparecer solamente después de que los palestinos cuenten con un estado propio.
Ese reclamo se matizó bajo la presión de Estados Unidos, que quiere recomponer su relación con Arabia Saudita (y su enorme poder económico), al tiempo que el Pentágono promete ayudar a Riad a enfrentar el extremismo islámico en su vecindario que impulsan desde Teherán.
Una «puñalada»
A fines de setiembre, los propios iraníes le dieron voz a sus aliados de Gaza, afirmando que una eventual normalización entre israelíes y sauditas representará «una puñalada en la espalda de los palestinos».
«Creemos que una relación entre los países de la región y el régimen sionista sería una puñalada en la espalda del pueblo palestino y de la resistencia de los palestinos», afirmó el presidente iraní, Ebrahim Raisi.
¿El ataque terrorista de hoy, que incluyó el asesinato y secuestro de civiles en el sur de Israel puede ser parte de una respuesta de Irán al tenue coqueteo entre Riad y Jerusalén?
Al comentar la agresión del sábado contra el sur de Israel, el analista Andreas Kluth escribió para la agencia Bloomberg que, con las infiltraciones y los miles de cohetes, «Hamas acaba de incendiar» las intenciones del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de «rediseñar el Medio Oriente».
«Resulta que Hamas tenía veto en la diplomacia y la gran estrategia de Estados Unidos, Arabia Saudita e Israel», dijo Kluth en tono irónico y en referencia a los planes para crear una nueva región conectada por la informática y los transportes modernos.
Prime Minister Netanyahu at the Security Cabinet meeting:
— Prime Minister of Israel (@IsraeliPM) October 7, 2023
"Since this morning, the State of Israel has been at war. Our first objective is to clear out the hostile forces that infiltrated our territory and restore the security and quiet to the communities that have been attacked. pic.twitter.com/9r08URjj9K
Esos tres países, continuó, venían avanzando, «de manera algo silenciosa y a instancias de la Casa Blanca, hacia un acuerdo tripartito que podría remodelar la geopolítica en la región y más allá», montado también en la exitosa experiencia previa de los Acuerdos de Abraham.
«Hamas decidió volar todo por los aires»
Pero se trata de un plan que «habría dejado a los palestinos al margen -señaló el comentarista-. Entonces Hamas, el grupo más militante que representa a los palestinos, decidió volar todo por los aires».
En cuanto a la huella iraní detrás de este ataque de Hamas, uno de sus principales representantes subordinados en la región, es sugestivo que haya ocurrido poco después de que se anunciara que Teherán estaría ya en condiciones de montar una bomba nuclear en apenas dos semanas.
Y es oportuno también recordar que, como condición para acercarse a Israel (y olvidarse un poco de los palestinos), Arabia Saudita le reclama a Estados Unidos apoyo para desarrollar su propio programa atómico, que en Riad juran que tendría solamente usos civiles.
Algunos analistas señalan, en medio de la conmoción, que hay que estar atentos a la situación en la frontera con el Líbano, donde otro grupo fundamentalista, Hezbollah (más poderoso que Hamas), espera con ansias la oportunidad de probar sus decenas de miles de misiles contra Israel.
La milicia libanesa pro-iraní felicitó a Hamas por su masivo ataque sorpresa en el sur de Israel «pero no llegó a declarar apoyo militar al grupo», reportaron portales árabes, diciendo que estaba «evaluando» la situación mientras mantenía «contacto directo» con el liderazgo del grupo palestino.
Un «escenario de pesadilla»
Cualquier movimiento de Hezbollah puede convertirse en uno de esos acontecimientos que ayuden a entender la decisión de Hamas de atacar a Israel para una «victoria» de muy corta duración que, seguramente, le costará muy caro a grupo extremista y a toda la población de Gaza.
Por el lado israelí, el ataque de Hamas en su propio territorio y la captura de un número todavía no determinado de rehenes civiles representan sin duda un «escenario de pesadilla», señaló el reconocido analista Amos Harel en el diario Haaretz.
Esta «victoria» de Hamas, aseveró, es «un fracaso israelí a gran escala», en especial porque, «aparentemente, no había información de inteligencia sobre el ataque» desde Gaza, aunque «había señales preliminares».
«Ahora es probable que Israel responda con gran fuerza y no se puede descartar la posibilidad de una maniobra terrestre y una ocupación de la Franja», anotó Harel, según el cual «también es posible el estallido de una campaña en múltiples arenas».
«¿Dónde estaba la inteligencia y por qué tardó tanto? Todas las preguntas difíciles que alguien tendrá que responder en las comisiones de investigación», adelantó Israel Hayom.
Nadie esperaba que comenzara desde el sur
El diario incluso trazó un paralelismo de esta agresión, ocurrida durante la festividad de Simjat Torá, y la Guerra de Iom Kipur, de la que se está recordando su aniversario número cincuenta y que también representó una gran falla del sistema militar y de inteligencia nacional.
Israel Hayom recordó que un escenario similar, de infiltración, secuestro y matanza bajo el lanzamiento masivo de cohetes, había sido «mencionado por altos mandos de las FDI en los últimos años», pero solamente en el contexto de la zona norte, es decir, a manos de Hezbollah.
«Pero nadie esperaba que el mal comenzaría desde el sur, y sin ningún aviso de inteligencia», concluyó el periódico.