Así lo reportó este lunes el diario Israel Hayom, según el cual el rey «también decidió restablecer los nombres originales de algunos de los barrios judíos del país»
Israel y Marruecos anunciaron la reactivación de sus relaciones diplomáticas a fines del 2020, como parte del proceso de los Acuerdos de Abraham, que también normalizó los lazos con Bahrein, Sudán y los Emiratos Árabes Unidos.
Desde entonces, ambos países vieron crecer las relaciones comerciales bilaterales y se abrieron rutas para vuelos directos entre Tel Aviv, Marrakesh y Casa Blanca.
En agosto de este año, el ministro de Exteriores de Israel, Yair Lapid, visitó Rabat, y poco después, en noviembre, hizo lo mismo su colega de Defensa, Benny Gantz, quien firmó con su par marroquí un histórico acuerdo militar, el primero formal de Jerusalén con un país árabe.
Ahora, dentro de estos avances, llegó la decisión reportada por Israel Hayom. El plan, precisó el diario, prevé la renovación de cientos de sinagogas y otros lugares del patrimonio hebreo en varias ciudades de Marruecos, «entre ellos el cementerio judío en la ciudad de Fez».
De todas maneras, incluso antes de esta medida del monarca, ya varios espacios relacionados con la historia de los judíos en Marruecos habían sido rehabilitados en el país. Incluso existen empresas de turismo que brindan visitas guiadas para turistas hebreos de Israel y del resto del mundo.
Se espera la renovación de cientos de sinagogas y otros lugares del patrimonio judío en varias ciudades de Marruecos
Morocco Jewish Tours, por ejemplo, ofrece ver los «impresionantes paisajes y famosos atardeceres marroquíes», safaris en el Sahara y «capturar el pasado en los restos de los antiguos barrios judíos» del país, todo con regímenes de comidas kosher.
En Marruecos se puede visitar además el Museo Judío de Casablanca, considerado el único de su tipo en todo el mundo árabe. Inaugurado en 1997, ocupa un edificio donde, en el pasado, funcionaba un orfanato para niños judíos.
Allí se puede encontrar una enorme colección de judaica marroquí, incluyendo mezuzot, pergaminos de la Torá, menorot, monedas en hebreo, libros en judeoárabe y judeoberéber y trajes de boda, entre muchos otros elementos que atestiguan la larga historia de la comunidad en el país.
Se estima que hasta 1948 vivían en Marruecos entre 250.000 y 300.000 ciudadanos de religión judía. La gran mayoría de ellos escapó del país tras los pogroms y otras persecuciones desatadas tras la creación del estado de Israel.
En la actualidad, son apenas alrededor de mil los judíos que viven en el país, casi todos ellos en la ciudad de Casablanca, mientras que -según distintos datos- cerca de un millón de los israelíes nacieron o tienen sus orígenes familiares en Marruecos.