Rimal, el próspero barrio de la ciudad de Gaza donde residían jerarcas del grupo islamista Hamas y que fue duramente golpeado por los bombardeos de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) supo ser el lugar donde se levantaba una sinagoga.
El lujoso vecindario fue ampliamente destruido en el marco de la operación Espadas de Hierro, lanzada por las FDI después del sanguinario ataque terrorista del 7 de octubre, cuando infiltrados de Hamas mataron a más de 1300 personas y secuestraron a alrededor de 150 en el sur de Israel.
¿Por qué apuntaron los aviones israelíes sobre Rimal? «A diferencia de la mayoría de los barrios de Gaza, Rimal es espacioso y está lleno de rascacielos y villas de lujo, que recientemente fueron transformadas por Hamas en fortificaciones terroristas», explicaron voceros militares.
En contraste con Khan Yunis, por ejemplo, que es una zona conocida por estar asociada a Hamas «y que también fue ampliamente atacada», Rimal -siguió el reporte- «se considera un barrio exclusivo donde se encuentran los símbolos de la soberanía de Gaza».
En efecto, allí se levantaron el «palacio presidencial» palestino, hoteles, hospitales y «casas pertenecientes a miembros de alto rango de la organización terrorista Hamas», indicaron los voceros de las FDI.
«Transformaron el barrio en una fortificación»
«Hamas pensó que no sospecharíamos de los rascacielos de Gaza», remarcó el informe.
«Silenciosamente», describió un comunicado de las FDI, los líderes del grupo islamista «transformaron el barrio en una fortificación terrorista, plagada de cuarteles generales».
Desde allí, afirmaron, altos dirigentes de Hamas «planificaron, dirigieron y llevaron a cabo ataques terroristas contra Israel».
Ya en los primeros días de la operación Espadas de Hierro, aviones de las FDI «alcanzaron cientos de objetivos de Hamas, lo que provocó la destrucción completa de la infraestructura terrorista» del grupo.
Entre los objetivos, precisó el reporte, se encontraban «edificios de varios pisos que albergaban la sede de Hamas, centros de control operativo, instalaciones de almacenamiento de armas y una sucursal del Banco Nacional Islámico».
Se trataba de una oficina bancaria que «era utilizada por la organización terrorista Hamas para transferir fondos utilizados para llevar a cabo ataques bajo las órdenes del actual líder, Yahya Sinwar», aseguraron las informaciones israelíes.
«Se destruyó todo»
«Israel ya había atacado Rimal», donde además de centros comerciales y coquetos restaurantes «también se encuentran ministerios gubernamentales de Hamas, en la guerra del 2021, pero nunca así», señaló una crónica de la Associated Press.
«Entre esas amplias avenidas, llenas de salones de belleza, tiendas de falafel y pizzerías, latía el corazón de la Ciudad de Gaza -continuó el periodista de la agencia estadounidense-. Para muchos, la magnitud de la devastación allí, que afecta a las clases medias y altas del territorio, tiene un significado simbólico«.
Israel, dijo un empresario residente de Rimal citado en la crónica, «destruyó el centro de todo». El barrio, abundó, «es el espacio de nuestra vida pública, nuestra comunidad» y ahora quedó en gran parte reducido a escombros.
Curiosamente, en lo que hoy es el barrio Rimal y antes era la antigua zona portuaria de Gaza conocida como Maiumas, se levantaba una sinagoga construida en el año 508, durante el período bizantino, y descubierta en 1965 por arqueólogos egipcios.
En un primer momento, los investigadores creyeron que se trataba de una iglesia, hasta que hallaron un mosaico con una imagen del rey David con una corona y tocando una lira, con una leyenda escrita en hebreo.
Un tigre, una leona, una jirafa y una cebra
Después de una mudanza de compleja logística, el mosaico fue alojado en el Museo del Buen Samaritano, en la ciudad de Ma’ale Adumim. «Un estudio detallado del mosaico reveló medallones formados por diferentes plantas y animales, entre ellos un tigre, una leona, una jirafa, un pavo real y una cebra», se explica en el website del museo.
Durante la ocupación israelí de la Franja de Gaza, que comenzó en 1967 tras la Guerra de los Seis Días, en la región se construyeron alrededor de treinta sinagogas. Cuando Israel se retiró del territorio, en el 2005, la gran mayoría de las infraestructuras levantadas en el periodo fueron demolidas.
Excepto las sinagogas, que fueron motivo de un acalorado debate de aristas políticas y religiosas. Algunos proponían su demolición, para prevenir la profanación por parte de los residentes palestinos, pero otros preferían no tocar los templos y pedir al nuevo gobierno autónomo que los protegieran.
A pesar de que los dirigentes palestinos de Gaza se negaron a comprometerse con la seguridad de no una sinagoga sino treinta, el gobierno israelí finalmente decidió no destruir esas sinagogas.
«Inmediatamente después de completarse la retirada, los palestinos irrumpieron en los asentamientos abandonados y las sinagogas se convirtieron en blanco de la violencia», relata un estudio de Yaël Ronen para la revista Insight de la American Society of International Law.
Los templos judíos modernos en Gaza «fueron incendiados y resultaron dañados por armas ligeras y maquinaria pesada», completó Ronen.