El grupo Hamas aprovechó la devolución de diecisiete rehenes que mantenía cautivos en Gaza desde el ataque terrorista del 7 de octubre para hacer relaciones públicas: liberó a uno de ellos a pedido del presidente de Rusia, Vladimir Putin, y a una niña para congraciarse con Estados Unidos.
En efecto, los líderes del grupo islamista que todavía siguen con vida tras la primera etapa de la ofensiva israelí sobre Gaza decidieron entregar al primer varón adulto desde que entró en vigencia el cese del fuego y el programa de intercambio de rehenes por presos palestinos.
Los dos primeros grupos -entregados el viernes y el sábado últimos- estaban integrados exclusivamente por mujeres y niños. Pero este domingo, Hamas incluyó al joven Roni Krivoi, de 25 años de edad.
Krivoi estaba trabajando como sonidista en el festival musical Nova, en el sur de Israel, cuando se desencadenó la masacre de principios de octubre. El encuentro juvenil fue escenario de algunos de los peores crímenes de Hamas.
Además de los torturados y asesinados, los extremistas palestinos se llevaron varios rehenes del festival que se realizaba en los alrededores del kibutz Re’im, cerca de la frontera con Gaza, entre ellos Krivoi.

El joven ruso no fue entregado junto a las mujeres y los niños devueltos este domingo por Hamas. En cambio, acompañó al grupo de trabajadores tailandeses que salió de Gaza a través del borde con Egipto.
Putin a la búsqueda de los beneficios geopolíticos
Voceros del grupo terrorista no tuvieron problema en aclarar la razón de la liberación de Krivoi. Se trató de un gesto de apreciación al Kremlin, un premio a la intervención del presidente Vladimir Putin y «la posición rusa de apoyo a la causa palestina», dijeron fuentes de Hamas citadas por la CNN.
En una columna publicada por la agencia Reuters a mediados de noviembre, el analista Andrew Osborn señaló que Putin «intenta utilizar la guerra de Gaza en su beneficio geopolítico», en especial en medio del empantanamiento de las tropas de Moscú en el enfrentamiento con Ucrania.
Osborn recordó que el presidente ruso «tardó tres días» en condenar públicamente la masacre del 7/10. Y «cuando lo hizo, culpó a Estados Unidos, no a Hamas», apuntó el columnista.
«Creo que muchos estarán de acuerdo conmigo en que este es un claro ejemplo de la política fallida de Estados Unidos en Medio Oriente, que intentó monopolizar el proceso de solución» del conflicto entre Israel y los países árabes, opinó Putin en aquella ocasión.

«Putin, dicen expertos políticos rusos y occidentales, está tratando de utilizar la guerra de Israel contra Hamas para intensificar lo que presenta como una batalla existencial con Occidente por un nuevo orden mundial», añadió Osborn.
El «nuevo orden» de Moscú
Ese «nuevo orden», prosiguió, «pondría fin al dominio estadounidense en favor de un sistema multilateral» que el líder ruso «cree que ya está tomando forma».
Además, Rusia «disfruta de una relación cada vez más estrecha» con Irán, «que respalda a Hamas» y a cuyas autoridades «Washington acusó de suministrar a Moscú drones» para atacar Ucrania, «que está atrapada en una dura guerra de desgaste» con su vecino, redondeó la nota de Reuters.
Por su lado, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, también recibió este domingo un «gesto» de los terroristas palestinos, con la liberación de la pequeña Avigail Idan, de apenas cuatro años de edad.
Avigail, que tiene doble nacionalidad israelí-estadounidense, había sido presentada por Biden como uno de los ejemplos de la crueldad de Hamas: la niña pasó su cumpleaños número cuatro y sus padres fueron asesinados por los terroristas durante el ataque del 7 de octubre.
Avigail Idan has been freed. This little girl saw her parents murdered and had to crawl out from the under the bloodied body of her father.
— Aviva Klompas (@AvivaKlompas) November 26, 2023
She spent 51 days in Gaza without any family and in that time, turned 4.
So many people spoke up for her, including President Biden.… pic.twitter.com/UNRvaxa27q
El caso de la niña no es tan claro como el de Krivoi, y obviamente Hamas no va a emitir ningún comunicado de agradecimiento para Biden, líder del otro país que el grupo islámico odia, junto a Israel.
«Ojalá estuviera allá para abrazarla»
Pero está claro que la devolución de Avigail sirve a Hamas para limpiar, aunque sea muy poco, su bien merecida reputación de crueldad inhumana, que demostró con las torturas y violaciones cometidas en octubre y los maltratos que aplica a sus propios compatriotas en Gaza.
La noticia de la salida de Avigail del enclave palestino ciertamente no daña a Hamas. De hecho, Biden salió este mismo domingo a celebrar la liberación de la niña.
«Ella está libre y ahora se encuentra en Israel», dijo Biden. «Lo que Avigail tuvo que soportar es impensable», añadió el jefe de la Casa Blanca.
«Ojalá estuviera allá para abrazarla», concluyó el presidente, quien expresó su «esperanza» de que otros rehenes estadounidenses salgan de su cautiverio en la Franja de Gaza.