Una conocida marca estadounidense de helados, con un pasado de conflictos con Israel, exigió un «cese del fuego permanente e inmediato» en la Franja de Gaza, el hogar del grupo terrorista Hamas.
Se trata, por supuesto, de la compañía Ben & Jerry’s, que ya había sido noticia en las páginas de Internacionales en el 2021, cuando decidió dejar de vender sus helados en Cisjordania (o Judea y Samaria).
En aquella ocasión, la empresa, que tiene su cuartel en el progresista estado norteamericano de Vermont, explicó que no quería que sus cremas heladas estuvieran disponibles «dentro de una ocupación ilegal reconocida internacionalmente», en referencia al control israelí en parte de la región.
Eventualmente, la dueña de Ben & Jerry’s, el gigante Unilever, vendió el negocio de helados en Israel y Cisjordania al licenciatario local Avi Zinger en junio del 2022.
La compañía fundada en 1978 por los empresarios judíos estadounidenses (y pacifistas) Ben Cohen y Jerry Greenfield, presentó una demanda contra Unilever un mes después, en un intento de impedir la venta, recordó el portal The Messenger al comentar la noticia.
La demanda se resolvió en diciembre de 2022 y a Zinger se le permitió seguir adelante con la venta del helado Ben & Jerry’s en Israel.
Para esta heladería, la paz es «fundamental»
Ahora, los productores de las cremas heladas Brownie Batter Core, Chunky Monkey, Americone Dream, Cherry Garcia y Tonight Dough estimaron que el mundo necesitaba escuchar otra vez su posición sobre el conflicto entre israelíes y palestinos.
La presidenta de la junta directiva de Ben & Jerry’s, Anuradha Mittal, le dijo al Financial Times que «la paz es un valor fundamental» de la empresa. En declaraciones difundidas este martes, añadió que, «desde Irak hasta Ucrania», la compañía «ha defendido consistentemente esos principios».
«Hoy no es diferente -dijo Mittal-, cuando pedimos la paz y un alto el fuego permanente e inmediato» en Gaza, donde estalló una guerra tras el ataque del 7 de octubre del 2023, cuando Hamas asesinó a 1200 personas, torturó y humilló a cientos y secuestró decenas en el sur de Israel.
A nivel personal, la jefa de la fábrica de helados tampoco pudo contenerse después de la sanguinaria invasión de Hamas y tuvo que expresar su opinión sobre el ataque terrorista a través de las redes sociales.
En diciembre último, Mittal, a quien el website de la heladería presenta como una «experta de renombre internacional en cuestiones de derechos humanos, agricultura, desarrollo y políticas de conservación», escribió que «cuando un pueblo es ocupado, la resistencia está justificada».