El grupo terrorista Hamas entregó este jueves a la Cruz Roja los cuerpos de los niños Ariel y Kfir Bibas, de su mamá Shiri y de otro rehén secuestrado el 7 de octubre del 2023, Oded Lifshitz, y ya se encuentran en Israel, donde fueron recibidos por un país conmocionado.
Los cuerpos fueron llevados al instituto forense de Abu Kabir, en el centro del país, para ser formalmente identificados, por lo que la prensa y el gobierno de Israel se refirieron todavía a los restos entregados por Hamas como los «presuntos cuerpos» de los rehenes.
Ariel, secuestrado cuando tenía cuatro años de edad, y Kfir de apenas nueve meses de vida fueron raptados por los palestinos en el kibutz Nir Oz, en la frontera con Gaza, al igual que Shiri y Oded.
Los nombres de los cuatro seguían por la tarde, hora israelí, en la lista pública con fotografías de los rehenes que siguen cautivos en Gaza que el foro de familiares de secuestrados mantiene en el website Bring Them Home Now.
El esposo de Shiri y padre de los pequeños Ariel y Kfir, Yarden Bibas, fue devuelto por Hamas el primer día de este mes de febrero, después de pasar 484 días de cautiverio en Gaza. La familia Bibas pidió que los niños y Shiri no sean declarado muertos hasta la confirmación forense.
Miles de civiles, policías y militares acompañaron el paso del convoy que transportó los cuatro ataúdes hasta el instituto forense, ubicado cerca de Tel Aviv y donde los expertos dijeron que la tarea de identificar los cuerpos tomará al menos entre uno y dos días.
Pasaron 503 días desde que Ariel, Kfir, Shiri y Oded fueron secuestrados con vida en Nir Oz. Todavía no se sabe en qué momento murieron ni cuánto tiempo estuvieron con vida en manos de sus captores.
Se prevé que, en el marco del cese del fuego vigente para la guerra en Gaza, Hamas devuelva el sábado próximo a otros seis rehenes, a cambio de la excarcelación de otro grupo de presos palestinos.
«Nuestros corazones, los corazones de una nación entera, están destrozados», declaró el presidente de Israel, Itzjak Herzog al tiempo que los ataúdes entraban al territorio nacional. «Agonía. Dolor. No hay palabras», agregó en su cuenta de la red social X.
«En nombre del estado de Israel, inclino mi cabeza y pido perdón, perdón por no protegerlos en ese día terrible» cuando fueron secuestrados, «perdón por no traerlos a casa sanos y salvos», completó Herzog.
Como era de esperarse, el grupo terrorista palestino aprovechó la entrega de los cuerpos para montar una nueva ceremonia de propaganda desde Gaza.
Al igual que en las ocasiones en las que devuelve rehenes con vida, Hamas preparó un escenario donde una vez más extendió cartelones con mensajes políticos, en este caso acusando al gobierno israelí de ser responsable de la muerte de los cuatro secuestrados.
Medios de prensa internacionales no dudaron en describir el espectáculo organizado por Hamas como «repugnante» y «una celebración de la inhumanidad».













