El gobierno de Israel anunció la inversión de 20 millones de shekels (unos 6,1 millones de dólares) en un programa para incentivar el ingreso de ciudadanos árabes al sector de la alta tecnología, uno de los más dinámicos de la economía nacional
A través del proyecto, el gobierno está ofreciendo cubrir hasta el 70 por ciento del presupuesto de programas «revolucionarios» que faciliten «la expansión del capital humano existente, altamente capacitado y calificado en el sector tecnológico», con nuevos técnicos de la población árabe.
Los directivos del proyecto, organizado por la Autoridad para la Innovación y la Dirección General de Trabajo, invitaron a corporaciones, organizaciones no gubernamentales, empleadores y otros a «ayudar en la expansión de caminos» para el ingreso de estudiantes árabes a esta industria.
«Existe una demanda generalizada de empleados calificados en el sector tecnológico», que necesita ampliar la base de reclutamiento «para atraer talentos de nuevas fuentes», apuntó Tair Ifergan, jefa de la Dirección General de Trabajo.
En la actualidad, señaló la funcionaria, uno de cada ocho varones judíos no ultra-ortodoxos de entre 25 y 35 años «ya trabaja» en el sector de la alta tecnología.
Pero entre la población árabe ese ese número es de solamente uno de cada 52 entre los varones y una de cada 118 entre las mujeres, se lamentó Ifergan.
«La población árabe tiene un enorme potencial de crecimiento inexplorado, e integrarla en la economía israelí en general, y especialmente en la industria tecnológica, es clave para reducir las brechas socioeconómicas y garantizar un crecimiento sostenible», dijo por su lado Dror Bin, CEO de la Autoridad para la Innovación.
En ese sentido, Bin propuso aprovechar este momento «en que estamos viendo un enorme crecimiento en el número de estudiantes y graduados árabes en materias tecnológicas».
Con hubs altamente sofisticados en todo el país –comenzando por Tel Aviv, y también Jerusalén-, el sector del high tech emplea más del diez por ciento de la fuerza laboral total de Israel, según la Oficina Central de Estadísticas.