La memoria del primer ministro Itzjak Rabin, asesinado el 4 de noviembre de 1995 en Tel Aviv, «nos pertenece a todos» y representa la idea de la «responsabilidad mutua» entre los ciudadanos del país, afirmó el presidente de Israel, Reuven Rivlin
Hablando después de colocar una ofrenda floral en la tumba de Rabin, en Jerusalén, Rivlin afirmó que mantuvo diferencias políticas con el ex primer ministro, pero afirmó que ambos se reconocían como «socios en un nivel mucho más fundamental, como hijos de esta tierra, como hijos de este pueblo».
En estos días se cumple el 25 aniversario de la muerte de Rabin, el 12 de Jeshvan según el calendario hebreo y el 4 de noviembre según el Gregoriano. El entonces primer ministro fue asesinado en una de las principales plazas de Tel Aviv por un judío ultranacionalista opuesto al proceso de paz.
«Aunque ocupábamos posiciones diferentes, aunque había profundas diferencias entre nosotros, sabíamos que estábamos jugando para el mismo equipo, un equipo que quería lo mejor para el país, para la gente», dijo Rivlin.

«Sabíamos que estábamos unidos, responsables el uno del otro, en los buenos tiempos y en los mejores», añadió el presidente, quien pertenece a las filas del Likud, rival histórico del Laborismo de Rabin.
Rivlin destacó el concepto de «responsabilidad mutua», una «idea fundamental y antigua que ha estado con nuestra gente durante tanto tiempo», señaló.
Según el presidente israelí, «la responsabilidad mutua no es nuestro destino: es nuestro significado y esencia, es un profundo entendimiento de que no podemos darnos el lujo de dar la espalda a nuestros hermanos y hermanas, incluso si están del otro lado, en política, religión o etnia«.
«Que la memoria de Rabin, soldado, combatiente, comandante, ministro de defensa y primer ministro, quede grabada en el corazón de la nación de generación en generación», concluyó Rivlin.