El primer ministro de Israel, Yair Lapid, aseguró este domingo que la ciudad de Jerusalén está «segura y fuerte», abierta a los turistas y lista para la próxima temporada de las fiestas religiosas
Lapid informó que se ordenó un refuerzo de la seguridad en Jerusalén tras el atentado del sábado por la noche contra un autobús en los alrededores de la Ciudad Vieja, que dejó ocho heridos, dos de ellos de gravedad.
Durante la reunión de gabinete para abrir la semana, el primer ministro dijo que se comunicó con el alcalde de Jerusalén, Moshe Lion, quien le reportó que las autoridades municipales siguen «preparando la ciudad para los eventos festivos» de los próximos meses.

«Jerusalén es vibrante y está llena de turistas y continuaremos manteniéndola segura», aseguró Lapid, quien, de todas maneras, señaló que la zona «se reforzará significativamente a partir de esta noche para evitar ataques de imitadores» del agresor del sábado.
«Me gustaría enfatizar: Jerusalén, la capital de Israel, es segura, fuerte y está abierta tanto a turistas como a residentes», dijo el jefe del gobierno israelí.
En efecto, Jerusalén es el punto más elegido por los cientos de miles de viajeros que llegan cada año al país, gran parte de los cuales lo hacen para visitar los sitios sagrados del judaísmo, el cristianismo y el Islam.
Jerusalén alberga nada menos que el Muro de los Lamentos, el Santo Sepulcro y la mezquita de Al-Aqsa.
Además, a la ciudad llegan turistas para las fiestas judías de Rosh Hashaná y de Iom Kipur (que este año se observarán entre fines de setiembre y principios de octubre) y la Navidad.