El presidente de Israel, Reuven Rivlin, anunció este martes que le encargó al primer ministro, Benjamin Netanyahu, intentar formar un nuevo gobierno en los próximos 28 días y en base a los resultados de las elecciones legislativas del 23 de marzo último
Rivlin había recibido el lunes en la sede presidencial, en Jerusalén, a delegados de todos los partidos políticos con representación en la Knesset, el parlamento unicameral de 120 bancas, surgida en los últimos comicios.
Tras las entrevistas, quedó claro que Netanyahu recibió el respaldo de 52 legisladores, mientras que su principal rival, Yair Lapid, del partido de centroizquierda Yesh Atid, reunió el apoyo de 45, mientras que Naftali Bennett fue propuesto por los siete legisladores de su partido, Yamina, de derecha.
Se especula que Netanyahu podría sumar el apoyo de Bennett y, quizás, el de Gideon Sa’ar, un dirigente que abandonó el partido del primer ministro, el Likud, de derecha, para presentarse con su propia formación, Tikvá Hadashá, que logró seis bancas en los comicios de marzo.
De esa manera, el primer ministro podría formar una coalición de derecha con el respaldo de al menos sesenta y cinco legisladores, aunque los comentaristas políticos temen que las negociaciones fracasen y que Israel tenga que celebrar nuevas elecciones, las quintas en dos años.
En ese sentido, al hacer el anuncio del encargo de formar gobierno a Netanyahu, Rivlin dijo que los resultados de las consultas con los partidos políticos «me llevan a creer que ningún candidato tiene una posibilidad realista de formar un gobierno que cuente con la confianza de la Knesset».
Además, teniendo en cuenta que el primer ministro está enfrentando varias causas por presunta corrupción, Rivlin afirmó que nominar a Netanyahu no le resultó «una decisión fácil» de tomar «sobre una base moral y ética».