El ex presidente de Estados Unidos Barack Obama disparó duras críticas contra Benjamin Netanyahu: si bien lo calificó de «inteligente, astuto y duro», también aseguró que el primer ministro de Israel «justifica casi cualquier cosa para mantenerse en el poder«
Varios párrafos de su nuevo libro «Una tierra prometida», que será lanzado el martes de esta semana pero fueron adelantados por el periódico estadounidense Jewish Insider, confirmaron las rocosas relaciones entre Obama y Netanyahu.

«Una tierra prometida» es el primero de los dos volúmenes de memorias en las que el ex presidente cuenta detalles de su estadía en la Casa Blanca, entre enero del 2009 y el mismo mes del 2017. En el libro repasa temas que van desde la política exterior al estado de su matrimonio con Michelle Obama.
Como parte de la campaña de promoción del libro, la editorial que lo está publicando estuvo compartiendo distintos capítulos con varios medios de noticias estadounidenses. Y, la semana pasada, le tocó el turno al Jewish Standard, que obtuvo en primicia los párrafos dedicados a Israel y Netanyahu.
Entre las páginas de libro, Obama describe a Netanyahu como «inteligente, astuto, duro y un comunicador talentoso» que podría ser «encantador, o al menos solícito» cuando eso los beneficiaba, señalan los párrafos adelantados.
Según el avance, el tono se pone todavía más duro. Netanyahu, escribió Obama, se ve a sí mismo «como el principal defensor del pueblo judío contra la calamidad», lo que le permite -aseguró el ex presidente norteamericano- «justificar casi cualquier cosa» que lo mantenga en el poder.

El hombre que ganó un premio Nobel de la Paz incluso antes de empezar a actuar como presidente, se quejó también de las políticas israelíes respecto de los palestinos.
Los demócratas norteamericanos, como Obama, vienen proponiendo desde hace décadas un proceso de «tierra por paz» que lleve finalmente a un acuerdo que permita la creación de «dos estados», uno para los israelíes y otro para los palestinos.
«No se avanza en la paz cuando el presidente estadounidense y el primer ministro israelí tienen distintos orígenes políticos» le habría dicho a Obama su jefe de gabinete al principio del mandato, Rahm Emanuel, según recuerda el ex mandatario en las memorias.
Obama también se lamentó por lo que consideró un «viraje a la derecha» de la principal organización de cabildeo pro-israelí en Washington, el AIPAC.

El ex presidente -quien también protagonizó algunas transformaciones ideológicas, como cuando terminó apoyando el rescate financiero de los grandes bancos causantes de la crisis del 2008- dijo que el AIPAC llevó una «campaña» en su contra, acusándolo de «no ser lo suficientemente sostenedor de, o incluso hostil hacia, Israel».
Jewish Insider señaló que el libro «ofrece una mirada al interior de las maniobras políticas entre el gobierno israelí y la administración» norteamericano sobre el conflicto entre Israel y los palestinos.
Obama sostiene en su libro «que pensó que era ‘razonable’ pedir a Israel, que consideraba la ‘partido más fuerte’, que diera un ‘primer paso más grande’ y congelara los asentamientos en Cisjordania», indicó el reporte de la publicación estadounidense.
«Pero ‘como se esperaba’, la respuesta de Netanyahu fue ‘marcadamente negativa‘, escribió Obama.