La llamada de Kahol Lavan, uno de los partidos de la coalición gobernante, a disolver la Knesset, el parlamento unicameral, podría desembocar en la realización de nuevas elecciones en Israel, las cuartas en apenas dos años
El líder de la centrista alianza Kahol Lavan, el ministro de Defensa, Benny Gantz, pidió la disolución del congreso tras acusar a su socio en la coalición de gobierno, el primer ministro Benjamin Netanyahu, del derechista Likud, de entorpecer el avance de la aprobación del presupuesto nacional.
Con la votación de este miércoles, que terminó 61-54 en favor de la propuesta de la alianza que encabeza Gantz, la medida alcanzó una aprobación preliminar y se abrió un proceso de otras tres etapas, que comenzará con su debate en una comisión parlamentaria.
La actual coalición se instaló en el poder hace apenas siete meses, después de la tercera elección que terminó sin que Netanyhau ni Gantz tuviesen los votos necesarios para formar gobierno y en medio del arranque de la actual pandemia de coronavirus.
Según los analistas políticos israelíes, una combinación de disputas al interior de la coalición entre sus miembros a la derecha y en el centro, junto a las expectativas por los pendientes juicios por presunta corrupción contra Netanyahu, están socavando aceleradamente el gobierno de unidad.
A causa de ello, el presupuesto para el 2020 todavía no fue aprobado, causando importantes problemas para la economía del país.
La fecha tope para aprobar el presupuesto es el 23 de diciembre próximo, por lo que se esperan negociaciones de último momento entre Netanyahu y Gantz para evitar la convocatoria a nuevos comicios.