El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, aseguró que su gobierno seguirá «protegiendo la libertad de culto para todas las religiones» en Jerusalén, incluso en medio de disturbios como los que sacudieron la ciudad en los últimos días
«No permitiremos que ningún elemento extremista socave la tranquilidad en Jerusalén», dijo Netanyahu en un mensaje televisivo el domingo después de una reunión con ministros. «Haremos respetar la ley y el orden, de manera vigorosa y responsable», añadió.
«Continuaremos protegiendo la libertad de culto para todas las religiones, pero no permitiremos disturbios violentos» en la capital, remarcó el primer ministro.
Decenas de policías israelíes y manifestantes palestinos resultaron heridos en las últimas noches en Jerusalén, en una serie de disturbios que combinan los rezos de fieles musulmanes en la mezquita de Al-Aqsa y protestas por el controvertido desalojo de residentes del barrio de Sheikh Jarrah.
En sintonía con los choques en Jerusalén, el grupo extremista islámico Hamas volvió a lanzar cohetes desde la Franja de Gaza contra el sur de Israel, y varias manifestaciones de árabes-israelíes se realizaron en varios puntos del país.
Los disturbios incluso amenazan con la suspensión o reducción de las celebraciones por el Día de Jerusalén, la festividad que recuerda la unificación de la ciudad durante la Guerra de los Seis Días, en 1967, y que este año comenzó al anochecer de este domingo.
«Jerusalén ha sido la capital del pueblo judío durante miles de años» y «nuestras raíces en Jerusalén se remontan a los tiempos bíblicos», afirmó Netanyahu, según el cual el vínculo con la ciudad «se ha mantenido en todas las generaciones».