Todo está listo en Israel para las elecciones legislativas del martes que deberían derivar en la formación de un nuevo gobierno, con la pandemia de coronavirus de fondo y un país que se reabre lentamente después de las restricciones impuestas para frenar el COVID-19
Se trata de las cuartas elecciones en dos años, en el marco de una división entre los sectores de la derecha y el centroizquierda, y con la figura del primer ministro, Benjamin Netanyahu, en el centro de la discusión política.
Las urnas abrirán a las 7 de la mañana (hora local) y cerrarán a las 22, también según los relojes en Israel.
De acuerdo a lo que informaron las autoridades, se instalaron 13.685 mesas electorales en todo el país, incluidas las de COVID y las instaladas para las personas en cuarentena. Además, 20.000 policías controlarán las operaciones de votación de los más de seis millones y medio de ciudadanos convocados a las urnas.
Las últimas encuestas mostraron un repunte de último momento del Likud, el partido de Netanyahu, que sumaría entre 30 y 32 asientos para la Knesset, el parlamento unicameral de 120 escaños.
Más atrás aparece Yesh Atid, del líder de la centroizquierda, Yair Lapid, con 18 bancas proyectadas según los sondeos, y los partidos de derecha Yamina, de Naftali Bennett, y Nueva Esperanza, de Gideon Sa’ar, ambos con nueve.
La clave será cuál de los líderes más votados logrará formar una coalición de por lo menos 61 legisladores y, de esa manera, estar en condiciones de formar un gabinete para gobernar Israel.
Para que se pueda formar gobierno, los resultados tienen que ser «claros, oficiales y finales», se informó desde la oficina del presidente de Israel, Reuven Rivlin, quien es -precisamente- quien deberá elegir al candidato en mejores condiciones para armar un gabinete.
De acuerdo con la ley, esos resultados «claros y finales» serán presentado a Rivlin por el presidente del Comité Central de Elecciones, el juez de la Corte Suprema Uzi Fogelman, ocho días después de la jornada electoral.
En base a ese calendario, se espera que Fogelman entregue los resultados a Rivlin el miércoles 31 de marzo. Luego, el presidente tiene siete días para celebrar consultas, tomar una decisión y encomendar a un miembro de la Knesset la formación de un gobierno, a más tardar el 7 de abril, aunque podría ser antes.