Mientras espera la aprobación parlamentaria para ocupar el puesto de primer ministro, el líder de la alianza Yamina (Derecha), Naftali Bennett, afirmó este domingo que un cambio de gobierno en Israel «no es una catástrofe» ni «un desastre»
«El régimen (de gobierno) de Israel no es una monarquía y nadie tiene el monopolio» del poder, afirmó Bennett tras reunirse con otros dirigentes de la coalición que logró formar el gobierno que, de recibir la aprobación parlamentaria, sucederá al del primer ministro Benjamin Netanyahu.
Hablando precisamente desde la Knesset, el parlamento unicameral israelí, Bennett dijo que espera que el nuevo gobierno entre en funciones «en unos días».
אם זאת תהיה ממשלה של רצון טוב היא תעשה ממש טוב למדינת ישראל ולעם ישראל ואין סיבה שהיא לא תצליח.
— Merav Michaeli מרב מיכאלי (@MeravMichaeli) June 6, 2021
זה מה שאמרתי בפגישת ראשי מפלגות גוש השינוי היום.
קרדיט לצילום: רענן כהן pic.twitter.com/IFosdb99Na
El «bloque del cambio» fue organizado por Yair Lapid, el líder del partido Yesh Atid (Hay Futuro), de centroizquierda, quien -después de recibir el encargo de parte del presidente, Reuven Rivlin- pudo sentar juntos a varios partidos de posiciones muy disímiles.
Por ejemplo, de la alianza forman parte también el partido Meretz, de la izquierda socialista, el laborismo de Avodá, y la derecha de Tikvá Hadasha, encabezada por Gideon Sa’ar, un ex miembro del Likud, la formación que encabeza Netanyahu.
«Hay buen espíritu y ganas de empezar a trabajar lo antes posible», aseguró Bennett
También se sumaron Kajol Lavan, del ex jefe de las Fuerzas Armadas de Israel (FDI) Benny Gantz, los árabes islámicos conservadores de Ra’am e Israel Beiteinu, de Avigdor Lieberman.

Los miembros de la coalición esperan que el parlamente ponga en marcha la votación para aprobar el nuevo gobierno a más tardar el miércoles próximo, poniendo fin así a doce años de Netanyahu en la silla de primer ministro.
«Un cambio de gobierno no es una catástrofe, ni un desastre, sino un evento ordinario y normal en todo estado democrático», prometió Bennett, al dirigirse a los israelíes que temen las eventuales consecuencias de la salida de Netanyahu y de un gobierno políticamente tan variado.
Según Bennett, de 49 años, y quien actuó como ministro de Defensa, Educación y Economía durante distintos gabinetes encabezados por Netanyahu, el nuevo gobierno «resistirá la prueba del público».
«Hay buen espíritu y ganas de empezar a trabajar lo antes posible», afirmó.