Los espacios de debate y chat en internet se conmovieron en las últimas horas a causa de un video viral que muestra a un músico israelí-druso en una boda palestina entonando una canción en hebreo… y a los asistentes a la fiesta coreando la letra en ese idioma original
El músico, Sharif, también conocido como El Muchacho Druso, fue contratado para animar una gran boda en la localidad de Yatta, a muy pocos kilómetros de Hebrón, en la Cisjordania controlada por la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
La fiesta salió perfecta, con cientos de personas comiendo, cantando y bailando hasta muy tarde. Nada llamativo, apenas otra boda en los alrededores de Hebrón.
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Pero a Sharif se le ocurrió compartir en las redes sociales un breve video de su presentación en la fiesta, adonde se lo ve custodiado por un guardaespaldas y cantando en un escenario frente a decenas de invitados, en su enorme mayoría varones.
El detalle: la canción que entona en el video es en hebreo.
De hecho, es un éxito llamado «¿Por qué no?» («Lama lo?», en hebreo), del músico israelí judío Itzik Kala, un popular intérprete de origen kurdo. (Se puede escuchar en el video aquí debajo).
La música, en este caso oriental cantada en hebreo, demostró una vez más que puede derribar fronteras
La versión del video que Sharif subió a la red TikTok alcanzó más de 1.100.000 visitas en menos de dos días, provocando comentarios de todos los colores políticos posibles. En Facebook, el video tiene ya miles de visitas.
Para muchos palestinos radicalizados, la imagen de otros palestinos cantando en hebreo resultó indignante, y muchos de ellos se expresaron en internet en contra de la «normalización» de las relaciones con sus vecinos de Israel.
Pero la música demostró, una vez más, que todo lo puede conquistar: un número similar de usuarios de las redes se declararon en favor del cantante druso y de los palestinos que cantaban en hebreo.
Al comentar la viralización del video, la prensa israelí recordó que la música «oriental» que se produce en el país -producida por artistas judíos cuyas familias llegaron desde los países árabes- es muy popular en las calles y las fiestas privadas en las ciudades palestinas de Cisjordania.
Sin embargo, los medios de comunicación palestinos tienen en los hechos vetada la difusión de esta música.
En ese sentido, se trata de una historia bastante antigua: en diciembre del 2011, dirigentes de la ANP prohibieron la actuación de Sharif en una fiesta de fin de año en Ramallah. ¿La razón? Evitar la «normalización» con los israelíes.
Los drusos, que en Israel suman alrededor de 150.000 personas, tienen su propia religión, con raíces en el Islam, y hablan árabe. La gran mayoría de ellos cumple el servicio militar en las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), donde algunos alcanzan altos rangos.