El gobierno encabezado por el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, celebró este domingo su reunión de gabinete en el complejo de los túneles del Muro de los Lamentos, donde aprobó una ampliación del presupuesto para mantener y promover ese sitio sagrado para los judíos.
La reunión fue convocada en el complejo histórico en sintonía con los festejos del Día de Jerusalén, que se cumplió el jueves de la semana pasada.
Para los responsables de la fundación que preserva el lugar, la presencia del gabinete «simboliza el Muro Occidental, el remanente de nuestro Templo como un sitio unificador y vinculante para cada judío dondequiera que esté en Israel y el mundo».
De hecho, Netanyahu aprovechó la reunión en los túneles para anunciar la aprobación de un presupuesto adicional de aproximadamente 60 millones de shekels (unos 16,5 millones de dólares) para el plan de cinco años para mejorar la infraestructura y alentar las visitas a la plaza del Muro de los Lamentos.

Esos fondos, señalaron desde la oficina del primer ministro, servirán para financiar el «mayor ritmo de trabajo de desarrollo y construcción que se está llevando a cabo en el sitio».
Un muro que «rompe barreras»
También apoyará los trabajos arqueológicos, «el aumento de las visitas de estudiantes y soldados y la implementación de actividades educativas adicionales» en el Muro y sus túneles.
El rabino del Kotel, Shmuel Rabinovitch, dijo que la organización que preserva el sitio, la Fundación del Patrimonio del Muro Occidental, «pretende, con la asistencia y el apoyo del gobierno, profundizar y expandir los proyectos educativos y patrimoniales».
«Cualquiera que se acerque al Muro de los Lamentos -añadió Rabinovitch- ve con sus propios ojos cómo este lugar rompe barreras, conectando denominaciones y corrientes» de la religión judía.