El informe estima que la población general israelí llegará a 16 millones de personas dentro de treinta años, manteniendo la actual proporción de un 80 por ciento de ellas de religión judía
Sin embargo, la composición de ese segmento registrará un cambio dramático, ya que actualmente los judíos ortodoxos representan solamente un 12,6 por ciento de la población, contra el 24 por ciento de la proyección del CEN.
Detrás del crecimiento de esa porción de los israelíes se encuentra la alta tasa de natalidad de la comunidad haredi, de 6,7 hijos por mujer, un índice mucho más alto que el de sus compatriotas no ultra-ortodoxas judías, que llegan a 3,01.

Citando el informe, el diario The Jerusalem Post señaló que se espera que la mayoría de los judíos ortodoxos de Israel sigan «concentrados en Jerusalén y sus alrededores, así como en la ciudad de Beit Shemesh».
«Pero también se prevé que la población ortodoxa crezca en el sur de Israel, donde se está planificando una nueva ciudad ortodoxa, así como en menor grado en el norte», añadió.
Por otra parte, los números del informe del CEN apuntan que la población árabe de Israel aumentará a 3,24 millones de personas y seguirá representando cerca del 20 por ciento del total.