El presidente de Israel, Reuven Rivlin, vendió simbólicamente el «jametz» de su residencia oficial, en Jerusalén, a tiempo para la llegada de Pésaj, que comienza el próximo sábado
«Jametz» es la palabra hebrea que define a los alimentos preparados con harina y fermentados con levadura y que deben ser eliminados del hogar ante la llegada de la Pascua judía, cuando -en cambio- se consume matzá, el pan ázimo que recuerda la urgencia de la salida de los israelitas de Egipto.
Rivlin vendió simbólicamente el «jametz» junto al rabino jefe sefaradí de Jerusalén, Shlomo Moshe Amar.
Según informó la residencia presidencial, Beit HaNasi, Rivlin pidió al rabino su bendición para que los días venideros «sean buenos y seguros, y para la buena salud de todos los israelíes».
Amar bendijo al pueblo israelí y al pueblo judío de todo el mundo con un Jag Pesaj Sameach u’Kasher, un Pésaj feliz y kosher.
Como parte de las actividades previas a Pésaj, Rivlin también compartió un brindis virtual con soldados de la base Mijve Alon, adonde se entrenan conscriptos que tuvieron problemas para cursar sus estudios secundarios y aprovechan para completarlos precisamente durante el servicio militar.
«En unos días celebraremos Pésaj, que simboliza la liberación de la esclavitud», dijo el presidente durante su conversación a distancia con los soldados de la base.
«Muchos de ustedes tienen historias de vida difíciles que les impidieron obtener doce años de educación, pero no se rindieron y tomaron sus destinos en sus propias manos al decidir completar su educación, una decisión valiente e importante», los felicitó Rivlin, antes de desearle felices fiestas.