Investigadores del Technion, una de las principales universidades de Israel, desarrollaron una técnica para medir los efectos a largo plazo de las combinaciones o cócteles de antibióticos
Se trata de medidas de gran interés para las comunidades científica y médica porque el uso de antibióticos únicos a menudo conduce al rápido desarrollo de bacterias resistentes a estos medicamentos.
El equipo de científicos, liderado por el professor Roy Kishony y la doctora Viktória Lázár, descubrió que, en muchos casos, una combinación de varios antibióticos puede reducir la eficacia del tratamiento a largo plazo.
Eso significa que la combinación de fármacos puede resultar inferior al éxito de cada fármaco individual.

Sin embargo, los investigadores detectaron combinaciones específicas que sí consiguen evitar el desarrollo de resistencias y así proteger al paciente de las bacterias agresivas durante un largo periodo.
La bacteria analizada en el estudio es Staphylococcus aureus, un organismo particularmente violento que desarrolló resistencia a muchos tipos de antibióticos. Esta bacteria es responsable de una parte importante de las infecciones que terminan en internaciones en hospites o clínicas.
Según reportó la universidad israelí, el estudio se realizó tanto en cultivos de esta bacteria en el laboratorio como en un modelo animal: larvas de la polilla Galleria mellonella.
Los antibióticos salvan millones de vidas, pero son también un arma de doble filo
Los antibióticos, recordó el informe, son una familia de remedios que juega un papel central en la medicina moderna y salvan vidas a diario.
Las sustancias antibióticas naturales que se desarrollaron en hongos y levaduras fueron descubiertas hace aproximadamente un siglo por Alexander Fleming, Howard Florey y Ernst Chain, ganadores del Premio Nobel en 1945.

Precisamente, en el siglo pasado los antibióticos salvaron a cientos de millones de personas. Sin embargo, el éxito de la terapia se convirtió en un arma de doble filo porque su uso generalizado conduce al desarrollo evolutivo de bacterias resistentes.
Esta tendencia genera un temor justificado a una era «post-antibióticos», un período en el que las bacterias ya no responderán a esos medicamentos y la gente morirá, como en el pasado, de infecciones que ahora se consideran leves y no peligrosas.
El laboratorio del profesor Kishony, uno de los principales expertos en este terreno, desarrolla métodos que permiten estimar de antemano la resistencia de una bacteria dada a un antibiótico dado en el presente e incluso predecir el nivel de resistencia que se espera que desarrolle en el futuro.
Los resultados de este trabajo fueron publicados en la revista especializada Nature y se pueden consultar, en inglés, haciendo click aquí.