Investigadores de la Universidad de Tel Aviv identificaron un mecanismo que genera un entorno inflamatorio promotor del cáncer en respuesta a la quimioterapia
En base en ese descubrimiento durante el estudio del cáncer de mama, los científicos desarrollaron una combinación de tratamientos que redujo la incidencia de metástasis pulmonar tras la quimioterapia del 52 a solo el 6 por ciento.
El experimento, que fue llevado a cabo en modelos animales, identificó el mecanismo que genera un entorno inflamatorio que promueve el cáncer en respuesta a la aplicación de la quimioterapia, uno de los métodos más utilizados para contener el crecimiento de las células cancerosas.
Además, los investigadores descubrieron que, al agregar un agente antiinflamatorio a la quimioterapia, se puede prevenir la metástasis, señaló el reporte de la universidad israelí.
«En muchos casos de cáncer de mama, la extirpación quirúrgica del tumor primario va seguida de un régimen de quimioterapia destinado a matar las células malignas restantes, ya sea que las haya dejado el cirujano o que ya estén colonizando otros órganos», explicó la profesora Neta Erez.
«Sin embargo, mientras mata eficazmente las células cancerosas, la quimioterapia también tiene algunos efectos secundarios indeseables y hasta dañinos, incluido el daño a los tejidos sanos», añadió Erez, quien encabezó la investigación.
El más peligroso de esos efectos secundarios, continuó, «son probablemente las inflamaciones internas que, paradójicamente, podrían ayudar a las células cancerosas restantes a formar metástasis en órganos distantes».
«El objetivo de nuestro estudio era descubrir cómo sucede esto y tratar de encontrar una solución efectiva», comentó.
Con ese fin, los investigadores crearon un modelo animal para la metástasis del cáncer de mama. Los animales recibieron el mismo tratamiento que los pacientes humanos: extirpación quirúrgica del tumor primario, luego quimioterapia, seguida de seguimiento para detectar la recaída metastásica lo antes posible.
«Descubrimos un mecanismo previamente desconocido»
Los resultados, aseguró el reporte de la Universidad de Tel Aviv, fueron «inquietantes», ya que se detectaron tumores metastásicos en los pulmones de un gran porcentaje de los animales tratados, similar al porcentaje encontrado en el grupo de control.
Para descifrar esos efectos adversos, los investigadores examinaron los pulmones de los animales en una etapa intermedia, cuando era posible que ya se hubieran desarrollado pequeñas micrometástasis, pero incluso las tecnologías de imagen avanzadas como la tomografía computarizada no pueden detectarlas.
«En los seres humanos -señaló Erez-, ese intervalo entre la quimioterapia y la detección de tumores metastásicos es una ‘caja negra’ inaccesible». Pero durante el estudio, y «trabajando con un modelo animal, pudimos verificar qué sucede realmente dentro de esa ‘caja'».
«Descubrimos un mecanismo previamente desconocido: la quimioterapia genera una respuesta inflamatoria en las células del tejido conjuntivo llamadas fibroblastos, lo que hace que convoquen a las células inmunitarias de la médula ósea», describió la profesora.
Eso, a su vez, «crea un entorno inflamatorio que favorece las micrometástasis, ayudándolas a convertirse en tumores metastásicos completos», siguió Erez. De esa manera, apuntó, «la quimioterapia, administrada como medio para combatir el cáncer, logra el resultado contrario».
Los investigadores también identificaron el mecanismo a través del cual los fibroblastos reclutan células inmunitarias y las «entrenan» para «ayudar» al cáncer.
Así es que, en respuesta a la quimioterapia, los fibroblastos secretan «proteínas complementarias» que intervienen en el reclutamiento de células e intensifican la inflamación, «a menudo llamando a los glóbulos blancos a las áreas dañadas o infectadas, un proceso llamado quimiotaxis», dijo Erez.
Cuando las células inmunitarias llegan a los pulmones, señaló la académica israelí, «crean un ambiente inflamatorio que apoya a las células cancerosas y las ayuda a crecer».
Los investigadores esperan que el método sirva para «salvar numerosas vidas en todo el mundo»
Para combatir ese proceso recién descubierto, los investigadores combinaron la quimioterapia administrada a los animales con un fármaco que bloquea la actividad de las proteínas del complemento.
Los resultados, afirmó el reporte, fueron «muy alentadores». Después del tratamiento combinado, el porcentaje de animales que no desarrollaron metástasis aumentó del 32 al 67 por ciento.
Y el porcentaje de aquellos con colonización extensa de cáncer en los pulmones disminuyó del 52 por ciento con quimioterapia regular al 6 por ciento cuando se agregó el inhibidor de la inflamación.
Erez destacó que, gracias a este experimento, se logró descubrir «el mecanismo detrás de un problema grave en el tratamiento del cáncer de mama: muchas pacientes desarrollan tumores metastásicos luego de la extirpación del tumor primario más quimioterapia».
«Identificamos un mecanismo inflamatorio a través del cual la quimioterapia apoya inadvertidamente el crecimiento de tumores metastásicos, y también se descubrió una solución efectiva -aseveró-: combinar quimioterapia con un inhibidor de la inflamación».
«Esperamos que nuestros hallazgos permitan un tratamiento más efectivo para el cáncer de mama, y quizás también para otros tipos de cáncer, para prevenir la recaída metastásica y salvar numerosas vidas en todo el mundo«, completó la profesora.
Los resultados del estudio fueron publicados en la revista especializada Nature Communications y se pueden consultar, en inglés, haciendo click aquí.