Investigadores del Technion, la universidad tecnológica de Israel, descubrieron una relación entre la remodelación cardíaca (los cambios de forma y función en el corazón en general provocados por insuficiencias en ese órgano) y el desarrollo de cáncer
Recientemente, varios estudios mostraron que el cáncer y las enfermedades cardiovasculares están conectadas, y que la insuficiencia cardíaca y el estrés se correlacionan con un mal pronóstico de la enfermedad.
Si bien se determinó que los medicamentos de quimioterapia pueden ser dañinos para el músculo cardíaco, no se conocen bien los efectos de la remodelación cardíaca sobre el cáncer.
«Como resultado del estudio, recomendamos que se traten los problemas del corazón de manera temprana, cuando el cuerpo todavía está enfrentando el problema con éxito y no esperar a que se convierta en una condición crónica«, dijo el profesor Ami Aronheim, quien encabezó la investigación junto al profesor Yuval Shaked y la doctora Shimrit Avraham.
Aronheim remarcó que esos problemas «se pueden detectar con una simple prueba de ecocardiografía y, en muchos casos, el cateterismo temprano puede ayudar a retrasar el desarrollo canceroso».
El estudio de los expertos del Technion, que fue publicado en la revista especializada Circulation, imitó la remodelación cardíaca utilizando una técnica de laboratorio llamada «constricción aórtica transversal» (TAC) para ejercer presión mecánica sobre los corazones de ratones de laboratorio.
Según explicaron, el TAC estresa al corazón del ratón con una sobrecarga de presión que resulta en un aumento en el crecimiento de las células del corazón llamado hipertrofia, que es un efecto común de las complicaciones cardiovasculares.
Luego, el equipo del Technion -que trabajó junto a expertos del Hospital Carmel, en Haifa- implantó células cancerosas en los ratones tratados con TAC para observar si la remodelación cardíaca temprana afecta la progresión del tumor.
En efecto, los investigadores descubrieron que los ratones tratados con TAC desarrollaron tumores más grandes en el sitio de las células cancerosas implantadas, señaló el reporte del Technion.
Además, los expertos hallaron que suero de ratones tratados con TAC resultó en una mayor proliferación de células cancerosas en cultivos celulares (in vitro), «lo que sugiere que las proteínas promotoras de tumores están presentes en la sangre de los ratones operados con TAC«, completaron.