Los responsables de un hospital israelí pidieron a los expertos de la universidad tecnológica Technion ayuda para evitar que los médicos se contagien con el coronavirus: la solución es un robot que atiende a los pacientes por control remoto
En las últimas semanas, miles de profesionales médicos se han visto obligados a dejar de trabajar después de estar expuestos o resultar contagiados por el coronavirus.
Se trata de un problema grave, ya que cada vez que un trabajador médico es diagnosticado con el coronavirus, todo su equipo debe aislarse por períodos prolongados, en momentos en que la pandemia arrecia.
Por ello, destacaron desde el Technion, la universidad tecnológica de Israel, salvaguardar la salud de los trabajadores médicos «se ha convertido en una prioridad nacional».
«Dado que los profesionales médicos están en la primera línea de la lucha contra el COVID-19 y son los más expuestos al virus, es de vital importancia minimizar su contacto directo con los pacientes siempre que sea posible«, señalaron desde el Technion, que tiene su sede en la norteña ciudad de Haifa.
El proceso de desarrollo del CO-ROBOT comenzó cuando el profesor Michael Halbertal, director general del campus del hospital Rambam, quien se venía enfrentando a este problema, planteó la necesidad de una solución a su predecesor, el profesor Rafael Bayer, vicepresidente del Technion para Relaciones Externas, y el profesor Alon Wolf, experto en robótica.
Los expertos discutieron «la necesidad de desarrollar un robot que sirviera a los pacientes con coronavirus y redujera la exposición del personal médico al virus«, indicó el Technion en un comunicado.
Después de la reunión, el profesor Wolf puso manos a la obra junto a los miembros del prestigioso club de robótica Galaxia 5987, que también funciona en Haifa.
En pocos días estuvo listo el primer prototipo, que cumple la tarea de transportar suministros hacia y desde el ala del hospital que atiende a los pacientes afectados por el coronavirus.
Se trata de un dispositivo operado de forma remota por personal médico utilizando un «joystick» o una aplicación de teléfono inteligente, con la ayuda de cámaras de video conectadas al robot.
«Hemos estado trabajando muy duro en los últimos días, cumpliendo con las pautas establecidas por el ministerio de Salud», relató el profesor Yosi Ben-Dov, director de la escuela donde funciona el club de robótica.
Ben-Dov contó que entre los miembros del club de robótica se cuentan estudiantes de secundaria, alumnos del Technion y jóvenes enrolados en el ejército.
«Si supera con éxito las pruebas en el hospital Rambam, en un período de tiempo relativamente corto podremos construir más robots para el Rambam y para otros hospitales israelíes», aseguró por su lado el profesor Wolf.
Los próximos pasos del proyecto serán incorporar a CO-ROBOT un sistema de comunicación que incluirá una pantalla, cámara, micrófono y altavoz, lo que le permitirá moverse de paciente a paciente y transmitir información al personal médico en tiempo real.