La campaña de vacunación contra el coronavirus está en plena marcha en Israel, adonde se calcula que ya más de 200.000 personas fueron inoculadas con la primera dosis de la inmunización desarrollada por el laboratorio norteamericano Pfizer
Con la velocidad y eficiencia lograda por los trabajadores de la salud israelíes, el país se encuentra incluso entre aquellos adonde la vacuna está siendo aplicada de manera más rápida, junto con Gran Bretaña.
Para los ciudadanos que fueron convocados a inocularse -la campaña comenzó con médicos y enfermeros y con las personas mayores de 60 años-, se trató de una verdadera expedición personal histórica: puede tratarse del principio del fin de la letal pandemia de coronavirus, que revolucionó lo que era considerada la «vida normal» en todo el mundo.
Bien al estilo israelí, muchos puntos de vacunación buscaron convertirse en espacios de optimismo, con trabajadores de la salud expeditivos y amables y, en algunos casos, globos blancos y azules como decoración y un café con galletas o masitas dulces para levantar más el ánimo.
Entre aquellos que se vacunaron en los últimos días se contó León Szajman, el fotógrafo de IsraelEconomico. Como buen reportero gráfico de raza, León aprovechó la oportunidad para tomar algunas fotografías para que nuestros lectores, en especial aquellos que están fuera de Israel, puedan hacerse una mejor idea de lo que es vacunarse en el país.
Fue un «trámite rápido en un día soleado y hermoso», describe León su visita a un centro de vacunación de la aseguradora médica Clalit en Beer Sheva, la principal ciudad del sur del país.
«Esperé alrededor de media hora, me hicieron preguntas sobre los últimos días, si tuve algún síntoma de coronavirus y sobre posibles alergias crónicas», continua el fotógrafo argentino-israelí.
Después de la rápida inyección, lo citaron para que vuelva el 15 de enero para su segunda dosis. Ya inoculado, «ahora me voy a pasear» por Beer Sheva, contó León, dispuesto a disfrutar el día «soleado y hermoso» en el sur de Israel.
