Un estudio de la Universidad de Tel Aviv y la Universidad Ben Gurion del Negev, junto con el Ministerio de Salud de Israel, descubrió que la cuarta vacuna contra el coronavirus reduce el riesgo de muerte y es efectiva para proteger a la población de ancianos de la variante Omicron
Para la investigación, los expertos trabajaron con aproximadamente 40.000 adultos mayores israelíes que viven en instituciones supervisadas por un programa especializado del Ministerio de Salud, lanzado por el gobierno para impulsar la prevención y control de COVID-19 en centros geriátricos del país.
Según los resultados, las personas mayores en riesgo vacunadas con la cuarta dosis de la vacuna de Pfizer tienen un 34 por ciento menos de chances de contraer la variante Omicron, un 64 a 67 por ciento menos de requerir hospitalización por COVID y un 72 por ciento menos de muerte por el virus.
Los expertos compararon a 24.088 residentes de centros que participan del programa gubernamental (conocido como Escudo para Mayores) que recibieron la cuarta dosis de la vacuna de Pfizer (la segunda dosis de refuerzo) con 19.687 que recibieron las primeras tres dosis cuatro meses o más antes del seguimiento, pero que optaron por no recibir el segundo refuerzo.

Se trata de una población «particularmente vulnerable a la infección, morbilidad y mortalidad por el coronavirus, debido a la naturaleza y tipo de vida en las instituciones, el hecho de que muchos residentes necesitan ayuda para las actividades diarias y los problemas de salud previos», explicó la profesora Khitam Muhsen.
«Vacunar a las poblaciones en riesgo con la cuarta dosis fue una sabia decisión que salvó muchas vidas»
«Monitoreamos las infecciones, hospitalizaciones y tasas de mortalidad en estos dos grupos a lo largo de la ola de Omicron», precisó Muhsen, una de las líderes de la investigación.
«Suponemos que la cuarta dosis de la vacuna aumentó el nivel de anticuerpos neutralizantes, lo que confirió protección cruzada contra la variante Omicron», continuó la experta de la Universidad de Tel Aviv.
Muhsen dijo que el estudio «apunta al importante beneficio de administrar la cuarta dosis de la vacuna y confirma que la política adoptada por el estado de Israel fue la correcta«.

«Vacunar a las poblaciones en riesgo con la cuarta dosis fue una sabia decisión que salvó muchas vidas», subrayó.
Por su parte, el profesor Dani Cohen, también de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Tel Aviv, el reporte «indica que dar vacunas de refuerzo y elevar el nivel de anticuerpos a través de una vacuna basada en la cepa original de COVID-19 brinda una protección significativa contra la aparición de enfermedades graves».
Esto se registra también «después de la infección con nuevas variantes, incluidas aquellas que son muy diferentes de la original, como Omicron», abundó el académico israelí.