Los servicios de salud de Israel anunciaron que alcanzaron las cuatro millones de personas vacunadas contra el coronavirus, mientras avanza la parcial reapertura de la vida comercial y social del país
La inoculación número 4.000.000 se aplicó en una clínica en Jerusalén, en presencia del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y del titular de la cartera de Salud, Yuli Edelstein.
Netanyahu aprovechó para pedir a la población que se sigua sumando a la campaña, incluso con argumentos inquietantes. «Quisiera hacer un llamamiento desde aquí a las 570.000 personas mayores de 50 años que aún no han sido vacunadas», ya que «casi el 100 por ciento de las muertes y casos graves se concentran en este grupo», advirtió.
«Cuando no va a vacunarse debido a este pequeño pinchazo, que es insignificante, que en el peor de los casos tiene como efecto secundario un malestar de unas horas, se asumen los riesgos de muerte o de enfermedad grave con efectos que podrían ser de por vida», alertó Netanyahu.
Entretanto, y en gran parte debido al éxito de la campaña, las autoridades israelíes están poniendo en marcha nuevas etapas de la reapertura de la economía nacional. Se espera que los grandes centros comerciales, mercados al aire libre, gimnasios y museos, entre otros, puedan reabrir sus puertas a partir del próximo domingo.
Además, los ministros del gabinete de coronavirus acordaron un esquema específico para que se pueda volver a las sinagogas para las próximas fiestas de Purim, y que ya se aplicará este próximo Shabat.
También se espera que puedan abrir por completo, incluyendo sus salas comedor, los hoteles de la «isla verde» en la zona del Mar Muerto, y posiblemente los del balneario de Eilat, en el extremo sur del país.