El gobierno de Israel ordenó reimponer la cuarentena y un nuevo plan de confinamiento para contener la pandemia de coronavirus, cuyo número de contagios y víctimas se disparó tras meses de reapertura parcial de la economía y la vida social en el país
La nueva cuarentena comenzará el viernes próximo y será de por lo menos tres semanas, por lo cual los israelíes judíos -quienes ya pasaron las festividades de Pesaj en cuarententa- deberán celebrar el año nuevo o Rosh HaShaná y cumplir el ayuno de Iom Kipur adaptados al distanciamiento social y el aislamiento,
Con esta decisión de las autoridades, Israel será el primer país en reinstalar el confinamiento social después de haber reabierto parcialmente la vida social y económica nacional.
Se cumplirá así la advertencia del primer ministro, Benjamin Netanyahu, quien algunas semanas atrás había señalado que la vuelta a la vida normal podría darse en forma de «acordeón», es decir, con aperturas y cierres de acuerdo a los niveles de contagios y expansión de la enfermedad.
En una declaración televisada, Netanyahu dijo reconocer que la medida significa «un alto precio para todos», y que «esta no es la temporada» de Iom Kipur y Año Nuevo «a la que estamos acostumbrados».
Durante el cierre, el país volverá a un plan de confinamiento severo como el que se impuso en el primer tramo de la pandemia. Por ejemplo, el sistema escolar estará cerrado y los residentes del país podrán solamente alejarse hasta 500 metros de sus viviendas.
Además, cerrarán sus puertas restaurantes, centros comerciales y locales de asuntos no esenciales, todo como parte de este plan para contener el número de personas infectadas, que alcanzó un nivel de hasta 4.000 por día.
«Les prometo que superaremos esto juntos, habrá una vacuna y tengo esperanzas», dijo Netanyahu en su mensaje por televisión.