Un sofisticado laboratorio del ejército, que regularmente se dedica a identificar militares caídos en combate a través de su ADN, fue reconvertido en pocos días y ahora está realizando cientos de tests de coronavirus entre los soldados israelíes
El laboratorio, ubicado en el centro del país, fue reacondicionado en apenas cuatro días para atender a las necesidades impuestas por la pandemia del COVID-19.
Allí trabajan unos sesenta profesionales en turnos que ocupan las 24 horas del día, todos los días, bajo el mando del teniente coronel Noam Protter, jefe de la Unidad Forense Médica de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
«Trabajamos en conjunto para obtener las muestras de nuestros soldados y producir los resultados de los tests de coronavirus», señaló el doctor Protter, quien indicó que el proceso dura aproximadamente seis horas.
Protter dijo que el laboratorio recibe «cientos de muestras» cada día para llevar a cabo las pruebas. Una vez que los resultados están listos, personal del laboratorio los envía rápidamente a los soldados y al ministerio de Salud.
«Teníamos ya disponible los elementos básicos para llevar a cabo los tests, solamente tuvimos que hacer algunos ajustes«, explicó por su lado el jefe del Laboratorio Genómico de las FDI, Reouven Berdugo.
Además de esta tarea de control, las FDI están colaborando activamente con el programa de control de la pandemia en Israel, apoyando a las autoridades civiles.
Según se informó, unos 18.000 oficiales y soldados están destinados a esa misión de ayuda a la población civil.