El gobierno israelí decidió seguir la exitosa estrategia puesta en marcha por varios países asiáticos y anunció una profundización de la cuarentena de aislamiento para frenar al coronavirus y un paquete de ayuda económica interna
En un mensaje al país en la noche del lunes, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, dijo que su administración impondrá férreos controles sobre las comunidades que quieran evadir el aislamiento, en referencia a algunas barriadas ultra-ortodoxas que no están acatando la cuarentena.
También anunció la aprobación de un paquete de asistencia para trabajadores, pequeños empresarios, desempleados y otros por un total de 80.000 millones de shekels, unos 22.500 millones de dólares, a desembolsar «en los próximos dos a tres meses», indicó el premier.
«Esto es alrededor del 6% de nuestra Renta Nacional Bruta», dijo Netanyahu. Esa cifra, continuó, «es mucho, nunca es suficiente, pero es mucho más de lo que se piensa«.
El primer ministro, quien está cumpliendo una cuarentena después de saberse que una de sus asesoras se contagió con el coronavirus, realizó su discurso con el camarógrafo a seis metros de distancia, aseguró.
Al abrir su mensaje, Netanyahu se mostró satisfecho con las medidas tomadas hasta ahora en Israel para frenar el avance del coronavirus, pero dijo que se pondrán en marcha mayores restricciones.
«Es cierto que nosotros en Israel estamos en una mejor posición que casi cualquier otro país con respecto al número de pacientes graves y la tasa de mortalidad, pero no estamos satisfechos con eso», afirmó.
«Aspiramos al grado de éxito de varios países asiáticos, que han disminuido en gran medida la tasa de infección con el virus», dijo el primer ministro, en referencia a naciones como Singapur, Taiwán y Hong Kong, cuyos modelos vienen siendo muy elogiados por expertos en Sanidad.
«Estoy convencido de que está a nuestro alcance hacer esto, hemos conocido crisis económicas en el pasado y las hemos superado y también venceremos esta crisis, con la ayuda de Dios», completó.