Un estudio llevado a cabo por la Universidad de Tel Aviv utilizando relojes inteligentes descubrió que antes y durante el segundo encierro social establecido a causa de la pandemia de coronavirus, los jóvenes israelíes durmieron más y se sintieron menos felices
El innovador experimento implicó la utilización de los relojes inteligentes y de una aplicación informática -especialmente diseñada- para el estudio por parte de 169 personas durante la segunda cuarentena, que se llevó a cabo en octubre del año pasado.
Los relojes y la aplicación proporcionaron a los investigadores datos diarios precisos para medir los parámetros de la calidad de vida, como el estado de ánimo, el estrés, la duración y la calidad del sueño, la frecuencia cardíaca en reposo, la vida social y el ejercicio físico.
Según el reporte de la universidad israelí, los datos indicaron que, en general, durante el encierro los sujetos durmieron más (6:08 contra 6:01 horas), se encontraron con menos personas cara a cara (11,5 contra 7,8 encuentros diarios) e hicieron menos ejercicio (30 contra 27 minutos).
Además, caminaron menos (recuento diario de pasos de 8.453 frente a 7.710), se sintieron menos felices (0,87 frente a 0,76 en una escala de -2 a 2) y exhibieron una frecuencia cardíaca más baja en reposo (62,6 frente a 62,1 latidos por minuto).
El encierro fue muy perjudicial para los más jóvenes
Entre los participantes jóvenes se registró una caída más sustancial en el recuento de pasos diarios: de 9.500 pasos antes a 8.200 pasos durante el bloqueo. En comparación, el recuento promedio diario de pasos en el grupo de 60 años disminuyó de 7.500 a 7.200.
El encierro también fue muy perjudicial para el estado de ánimo de los sujetos más jóvenes. En una escala de -2 a 2, su puntuación promedio disminuyó de 0,89 antes a 0,72 durante el encierro, mientras que los sujetos mayores informaron solo una pequeña disminución, de 0,85 a 0,8.
Los hallazgos del estudio (que se pueden consultar en inglés haciendo click aquí) «sugieren que ciertos segmentos de la población deberían recibir más atención que otras durante los encierros», destacó el doctor Erez Shmueli, quien encabezó el experimento.
«Además de los efectos negativos directos en el bienestar, los bloqueos también pueden afectar indirectamente a nuestro sistema inmunológico«, agregó Shmueli.
«Es bien sabido que el estado de ánimo, el estrés, la actividad física y la duración y la calidad del sueño tienen un efecto importante en nuestro sistema inmunológico», recordó el académico israelí.
Shmueli subrayó que los resultados del estudio «muestran también que se debe poner énfasis en la salud mental de los jóvenes, quienes pagaron un precio más alto por medidas como el distanciamiento social y los encierros».