Científicos israelíes tendrían ya a punto una vacuna efectiva capaz de frenar la propagación del coronavirus, pero todavía necesitará de alrededor de tres meses de pruebas para poder ser distribuida y aplicada a seres humanos.
Así lo afirmaron diversos medios de prensa israelíes, según los cuales la vacuna puede provenir del Instituto para la Investigación Biológica (IIB) o del Migal Galilee Research Institute.
El periódico Haaretz señaló en su portal online que los científicos del IIB, que tiene su base en Nes Tziona, en el centro del país, alcanzaron «importantes logros» en su investigación para «entender el mecanismo biológico del virus y sus cualidades».
Los expertos, añadió el diario, ya estarían en condiciones de «producir anticuerpos para aquellas personas que ya están afectadas por el virus y para desarrollar una vacuna».
Fuentes oficiales consultadas por el diario prefirieron por ahora no confirmar la versión, y dijeron que cualquier avance significativo será «anunciado de manera apropiada».
De todas maneras, las fuentes gubernamentales destacaron que «más de cincuenta científicos» están trabajando en el IIB para encontrar la vacuna que pueda contener la pandemia de COVID-19.
Según Haaretz, la vacuna necesitará de alrededor de tres meses de pruebas y regulaciones antes de poder ser lanzada.
«El proceso de desarrollo» de la vacuna, precisó, «requiere una serie de tests y experimentos que puede durar varios meses antes de que la vacuna pueda ser considerada segura para el uso» en seres humanos.
Por su lado, The Times of Israel dijo en su website que «una vacuna eficaz contra el coronavirus» ya fue desarrollada» en el centro Migal, en el norte del país, y está casi lista para ser sometida a pruebas «en unas pocas semanas».
El periódico coincidió con Haaretz en advertir que la eventual vacuna «no estará disponible durante meses debido al largo y, a veces burocrático, proceso de pruebas y aprobación» oficial.
The Times citó a un investigador del centro Migal, Chen Katz, según el cual la nueva vacuna oral para adultos y niños podría «convertir esta enfermedad en un resfriado muy leve».