Soldados y oficiales de la brigada de paracaidistas, considerada por muchos al tope de las fuerzas armadas de Israel, dejaron de lado por un tiempo sus armas y se dedicaron a distribuir comida entre los habitantes de Bnei Brak, aislados en cuarentena -como el resto de sus compatriotas- por el coronavirus
En su canal de YouTube, las Fuerzas de Defensa israelíes (FDI) resumieron las actividades de la brigada a través de entrevistas con dos de sus oficiales, el mayor Yoav Spector, comandante de entrenamiento avanzado, y el teniente coronel Elad Shoshan, vicecomandante de la unidad de paracaidistas.
Spector explicó que la tarea de sus soldados en Bnei Brak, una ciudad de mayoría religiosa en la periferia de Tel Aviv, fue primariamente la de distribuir comida entre las familias más necesitadas.
Cuando se le señaló que sus soldados no están entrenados precisamente para desplegarse en poblaciones civiles, Spector afirmó que los paracaidistas «saben trabajar duro».
«Esa es la capacidad principal que se necesita para llevar a cabo la misión», dijo el mayor de la brigada de los «tzanjanim», como se llama en hebreo a los paracaidistas, una de las principales fuerzas de élite del país.
Shoshan, por su lado, destacó que sus paracaidistas deben estar siempre listos para enfrentar, por ejemplo, a las fuerzas de Hezbollah en el norte o los ataques de Hamas desde la Franja de Gaza.
Pero ahora, en tiempos de pandemia, «nuestro problema es el coronavirus, y ahí estamos» para ayudar a enfrentar la enfermedad.
En cuanto a la relación con los habitantes de Bnei Brak, quienes en gran parte no prestan servicio militar por ser religiosos, Shoshan aseguró que, en estos días de cooperación por la pandemia, esa barrera con el ejército «se cayó».
Los religiosos ortodoxos «estaban muy sorprendidos al ver lo que los soldados podían hacer», contó Shoshan. Muchos de ellos, reveló, «se nos acercaban llorando» de emoción al recibir la asistencia de los paracaidistas.
«Nosotros vamos a cumplir con todas nuestras misiones, adonde nos necesiten», porque «el ejército es del pueblo» israelí, completó Shoshan.