Las autoridades de Israel anunciaron que a partir de la medianoche entre el jueves y viernes próximo, y por dos semanas, comenzará un nuevo cierre total del país para contener las consecuencias de la pandemia de coronavirus
El cierre, se informó, implicará la suspensión de las actividades comerciales y de las clases en todos los niveles educativos, aunque todavía se discute la posibilidad de que se mantengan abiertos los jardines de infantes.
Desde la oficina del primer ministro, Benjamin Netanyahu, se precisó que a las personas que compraron boletos aéreos antes del cierre se les permitirá volar. Luego, solamente aquellos con permisos específicos del comité de excepciones podrán hacerlo.
Además, añadió el mensaje gubernamental, los ministros de Finanzas, Yisrael Katz, y de Salud, Yuli Edelstein, «estarán autorizados a determinar las áreas esenciales de empleo para las que se harán excepciones sobre la base de la lista existente».
El ministerio de Salud prevé autorizar la operación del transporte público a no más del 50 por ciento de su capacidad y reforzar las restricciones para las reuniones, permitiendo solamente cinco personas en lugares cerrados (en lugar de diez) y veinte en espacios abiertos (en lugar de diez).
«Llamo a todos los ciudadanos de Israel a hacer un esfuerzo final, juntos», dijo Netanyahu, quien destacó que el «cierre más estricto» se combinará con «la continuación de la enorme campaña de vacunación» contra el COVID-19.
«Así es como salvaremos vidas, así seremos los primeros en el mundo en salir del coronavirus, así es como abriremos nuestra economía y así volveremos a vivir», completó el primer ministro.