Después de compartir muchas jornadas de duro trabajo para combatir la pandemia de coronavirus, dos voluntarios de la estación de Jerusalén del Magen David Adom (MDA) se dieron cuenta de que ya no eran solamente colegas, sino enamorados
Walla Tamimi y Ahmed Karut, ambos de 26 años, se desempeñaban como voluntarios en ambulancias del MDA, el servicio médico nacional de emergencia de Israel, el equivalente local de la Cruz Roja.
Sin embargo, la crisis desatada por la pandemia hizo que, al igual que la gran mayoría de los trabajadores de la salud, Walla y Ahmed sumaran nuevas tareas, en este caso la identificación de muestras para detectar la presencia del coronavirus.
Al principio, mientras compartían ese trabajo, «la relación era puramente profesional, pero en unas semanas Ahmed dio el primer paso» y al poco tiempo estaban comprometidos, relató el MDA en una historia en su sitio de internet.
Y, en los primeros días de marzo, Ahmed le propuso matrimonio a Wall, en el mismo lugar adonde se conocieron, en la sede local del MDA.
«Nos conocimos en el sitio de muestreo, al principio no teníamos una relación cercana pero poco a poco noté que estaba tratando de acercarse a mí, y me compraba chocolates y regalos», rememoró la futura esposa.
Por si hiciera falta, «un amigo común en el trabajo me insinuó que Ahmed gustaba de mi, y decidí darle una oportunidad, que realmente funcionó», relató Walla.
Ahmed, por su lado, contó que el MDA es una organización que siempre tuvo un lugar importante en su vida. «Desde que era niño, cada ambulancia que pasaba por la calle me conmovía, y sabía que mi objetivo era ayudar a los demás y salvar vidas», dijo el voluntario del servicio de emergencias.
«Pero, lo que nunca había soñado -admitió Ahmed-, era que encontraría a mi futura esposa estando de servicio».