Investigadores de la Universidad Ben-Gurion del Negev, en el sur de Israel, llevaron a cabo un profundo estudio para establecer qué tan eficaz es la dieta mediterránea «verde» frente a la dieta mediterránea tradicional y un régimen de comidas «saludables».
Según la investigación, cuyos resultados fueron publicados en la revista especializada BMC Medicine, la versión «verde» de la dieta mediterránea (conocida como Med Verde) reduce el doble de grasa visceral que su «hermana mayor».
Así, la Med Verde reduce significativamente el tejido adiposo visceral, un tipo de grasa alrededor de los órganos internos que es mucho más peligrosa que los «rollitos» que se acumulan alrededor de la cintura.
La Med Verde se «enfrentó» a la dieta mediterránea y a un régimen de comidas saludables en un ensayo clínico de intervención a gran escala.
Un análisis posterior encontró que la Med Verde redujo la grasa visceral en un 14 por ciento, la mediterránea tradicional un 7 por ciento y la dieta saludable en un 4,5 por ciento.
«La reducción de la grasa visceral se considera el verdadero objetivo de la pérdida de peso, ya que es un indicador más importante que el peso de una persona o la circunferencia de su cintura», señalaron los expertos israelíes.
Los expertos de la Universidad Ben-Gurion del Negev recordaron que la grasa visceral se acumula con el tiempo entre los órganos y produce hormonas y sustancias tóxicas relacionadas con enfermedades cardíacas, diabetes, demencia y muerte prematura.
El experimento, bautizado DIRECT-PLUS y encabezado por la profesora israelí Iris Shai junto a colegas del país y también de Estados Unidos, Alemania e Italia, fue el primero en introducir el concepto de dieta verde mediterránea.
«La pérdida de peso es un objetivo importante solo si va acompañada de grandes resultados en la reducción del tejido adiposo»
Este régimen de comidas Med modificado está más enriquecida con polifenoles dietéticos y tiene menos carne rojas procesadas que la dieta Med tradicional.
Además de una ingesta diaria de nueces (28 gramos), los 294 participantes del estudio, de una edad promedio de 51 años y considerados «clínicamente» obesos, consumieron 3-4 tazas de té verde al día y 100 gramos (cubos congelados) de batido verde de lenteja de agua al día durante dieciocho meses.
La lenteja de agua (mankai o «duckweed») tiene un alto contenido de proteína biodisponible, hierro, vitaminas B12 y otras, minerales y polifenoles, y sustituyó la ingesta de carne.
«Un estilo de vida saludable es una base sólida para cualquier programa de pérdida de peso», apuntó la profesora Shai, cuyo equipo descubrió otros beneficios de la dieta verde mediterránea.
«Aprendimos de los resultados de nuestro experimento que la calidad de los alimentos no es menos importante que la cantidad de calorías consumidas», agregó.
Ahora, continuó, el objetivo es «comprender los mecanismos de varios nutrientes, por ejemplo, los positivos como los polifenoles y los negativos como los carbohidratos vacíos y la carne roja procesada, sobre el ritmo de diferenciación de las células grasas y su agregación en las vísceras».
Por su parte, la doctora Hila Zelicha, otra de las encargadas del estudio, subrayó que una reducción del 14 por ciento en la grasa visceral «es un logro espectacular para hacer cambios simples en la dieta y el estilo de vida».
«La pérdida de peso -concluyó- es un objetivo importante solo si va acompañada de grandes resultados en la reducción del tejido adiposo».