Médicos israelíes implantaron a una joven palestina de 18 años, residente en la Franja de Gaza, un innovador marcapasos idéntico al que el primer ministro, Benjamín Netanyahu, usa desde julio de este año, en este caso en una operación inédita en el país, realizada a través del cuello de la paciente.
La intervención se llevó a cabo en el hospital Wolfson, en Holon, al sur de Tel Aviv, uno de los más importantes del país y donde funciona el grupo de médicos que organizó el procedimiento, Save a Child’s Heart (SACH).
Shahad, la paciente palestina, nació con un orificio en el corazón y una configuración anormal de los vasos sanguíneos que se conectan a ese órgano fundamental desde el lado izquierdo del pecho, informaron los expertos.
Según informó el portal de noticias J-Wire, Shahad fue referida por su médico palestino a los colegas de SACH. La joven llegó a la clínica semanal gratuita de Save a Child’s Heart para niños palestinos en el sanatorio pediátrico Sylvan Adams, en el Wolfson.
Allí comenzó a ser atendida por el equipo de cardiología pediátrica encabezado por la doctora Alona Raucher Sternfeld.
«Desde que era una niña»
«Venimos tratando a Shahad desde que era una niña» a causa de una malformación cardíaca compleja, donde «todas las partes principales de su corazón son inversas», explicó el doctor Sagi Assa, médico de SACH y jefe de la Unidad de Cardiología Intervencionista Pediátrica del hospital de Holon.
Por su parte, el doctor Michael Geist, director de la Unidad de Electrofisiología y Marcapasos, precisó que Shahad «nació sin una vena importante que conecta la parte inferior de su cuerpo con el corazón».
Esta afección, añadió, «impide el suministro directo de sangre desde la parte inferior del cuerpo hacia la parte superior derecha». En esta situación, dijo Geist a J-Wire, «es habitual implantar un marcapasos desde la ingle, donde hay grandes vasos sanguíneos».
Sin embargo, esa no era una opción en el caso de la joven palestina, por lo que los médicos israelíes debieron apostar a una difícil alternativa. «Implantar (un marcapasos) desde el cuello es un desafío complejo», aseveró Geist.
Save a Child’s Heart, una organización reconocida alrededor del mundo -que recibió, por ejemplo, la visita del astro del fútbol Leonel Messi cuando estuvo en Israel-, obtuvo la financiación para este raro procedimiento y Medtronic se sumó para ayudar en el proceso.
Sin incisión quirúrgica
Los marcapasos convencionales, que ayudan a mantener un ritmo cardíaco normal, se colocan quirúrgicamente debajo de la piel del paciente en el pecho cerca de la clavícula y luego se introducen cables eléctricos mediante un cateterismo.
Este nuevo marcapasos, el Micra producido por Medtronic y que tiene Netanyahu, se coloca directamente en el corazón y no tiene cables, informó el diario Times of Israel. Es más pequeño que un aparato convencional y no implica incisión quirúrgica ni cicatrización.
Otra ventaja, añadió el diario, es la duración de la batería de al menos dos décadas, «mucho más que la de los dispositivos más antiguos».
A mediados de este mes de setiembre, señaló la crónica de J-Wire, Shahad se sometió a una cirugía exitosa. «Después de recuperarse en el Hospital Infantil Sylvan y en el Centro Cardíaco Pediátrico Internacional de Save a Child’s Heart en Wolfson, fue dada de alta y regresó a su casa en Gaza».
Citada por el portal, la madre de la joven palestina reconoció que «tenía mucho miedo por Shahad» y agradeció a Save a Child’s Heart y al equipo de médicos israelíes «por la ayuda y la atención que le brindaron a mi hija» para la operación por el marcapasos.
Shahad quiere ser enfermera
A pesar de su condición médica y sus largos periodos de hospitalización que interrumpieron sus años de estudio, «Shahad se graduó de la escuela secundaria y aprobó con éxito todos sus exámenes finales», agregó el reporte.
Recientemente, la joven palestina «comenzó a estudiar tecnología y diseño gráfico en una universidad de Gaza -completó J-Wire-. Su sueño es convertirse en enfermera y unirse al equipo» de SACH.
Fundada en el Wolfson en 1995, Save a Child’s Heart salvó la vida de casi 7.000 niños de setenta países y trajo a más de 150 profesionales de la salud a Israel para recibir capacitación.