La Universidad de Tel Aviv presentó un plan para aumentar la presencia en su Facultad de Medicina de estudiantes de ciertos sectores sociales relegados en el terreno de la educación.
Según el nuevo plan, el 10 por ciento de todos los admitidos en el primer año del sexenio de estudios médicos procederán de cuatro grupos hasta ahora poco representados: haredim, israelíes etíopes, estudiantes destacados de las periferias sociales y geográficas y personas con alto potencial.
En el próximo año académico, adelantaron voceros de la universidad, eso significará doce estudiantes, tres de cada grupo, y las plazas vacantes se ofrecerán a los candidatos de los otros grupos.
Además, estos aspirantes disfrutarán de requisitos adaptados y pruebas de acceso (especialmente en pruebas no cognitivas y evaluaciones de personalidad).
Directivos de la Facultad de Medicina explicaron que, aunque en el pasado se hicieron adaptaciones para poblaciones especiales, la cuota era menor (ocho estudiantes, dos de cada grupo, por año), e incluso generalmente quedaba sin cubrir, en parte porque no había movilidad entre los diferentes grupos.
Ahora se espera que con las nuevas adaptaciones se cubran todos los cupos, fomentando la diversidad social en la facultad, indicó la Universidad de Tel Aviv en un comunicado.
«Cumplir todos los requisitos»
«Para despejar cualquier duda, se debe enfatizar que todos los candidatos admitidos deberán cumplir con todos los requisitos académicos», aseveró el profesor Ido Wolf, director de la Escuela de Medicina.
Wolf precisó que solamente se harán adaptaciones en las pruebas nacionales no cognitivas, «en las que hemos descubierto que los individuos de estos grupos tienen menores posibilidades de éxito», apuntó.
«No tenemos ninguna duda de que estos candidatos pueden obtener buenos resultados en sus estudios y convertirse en médicos excelentes, como se espera de todos los alumnos de la Facultad de Medicina» de la universidad, completó.