Un estudio de investigadores del Instituto Weizmann, de Israel, descubrió que los sustitutos del azúcar pueden afectar el cuerpo humano de maneras imprevistas y lanzó una advertencia: ¡cuidado con los edulcorantes!
Se supone que los edulcorantes no nutritivos, también conocidos como sustitutos del azúcar o edulcorantes artificiales, brindan toda la dulzura del azúcar sin las calorías.
Sin embargo, el ensayo controlado de los investigadores del Weizmann sugiere que, al contrario, estos edulcorantes no son inertes y tienen un efecto en el cuerpo humano.
De hecho, algunos pueden alterar los microbiomas de los consumidores humanos -advirtieron los científicos israelíes en referencia a los billones de microbios que viven en nuestro intestino- de una manera que puede cambiar los niveles de azúcar en la sangre de una persona.
En el 2014, un estudio previo de investigadores del Weizmann realizado sobre ratones de laboratorio había demostrado que algunos edulcorantes no nutritivos en realidad podrían estar contribuyendo a los cambios en el metabolismo del azúcar que deben prevenir.
Ahora, para este nuevo experimento, un equipo encabezado por el profesor Eran Elinav evaluó a cerca de 1.400 participantes potenciales y seleccionó a 120 que evitaban estrictamente cualquier alimento o bebida endulzada artificialmente.
A continuación, los voluntarios se dividieron en seis grupos. A los participantes de cuatro de los grupos se les entregaron edulcorantes comunes no nutritivos (en cantidades inferiores a la ingesta diaria aceptable).
Se distribuyó un edulcorante a cada uno de esos cuatro grupos: sacarina, sucralosa, aspartamo o stevia. Los otros dos grupos sirvieron como controles.
El estudio sugiere que los edulcorantes no son inertes y tienen un efecto en el cuerpo humano
Los investigadores descubrieron que dos semanas de consumir cualquiera de los cuatro productos alteraron la composición y la función del microbioma y de las pequeñas moléculas que los microbios intestinales secretan en la sangre de las personas, cada edulcorante a su manera.
También encontraron que dos de los edulcorantes, la sacarina y la sucralosa, alteraron significativamente la tolerancia a la glucosa, es decir, el metabolismo adecuado de esa sustancia, en los receptores.
Se trata de alteraciones que, a su vez, pueden contribuir a una enfermedad metabólica, explicaron los investigadores en el estudio, cuyos resultados fueron publicados en la revista especializada Cell.
Por el contrario -añadieron-, no se encontraron cambios ni en el microbioma ni en la tolerancia a la glucosa en los dos grupos de control.
«Nuestro experimento demostró que los edulcorantes no nutritivos pueden afectar las respuestas a la glucosa al alterar nuestro microbioma, y lo hacen de una manera altamente personalizada, es decir, al afectar a cada persona de una manera única», dijo Elinav.
Las implicaciones para la salud que los cambios que los edulcorantes no nutritivos pueden provocar en los seres humanos «aún no se han determinado y merecen nuevos estudios a largo plazo», añadió el profesor israelí.
Mientras tanto, Elinav pidió «enfatizar» que estos hallazgos «no implican de ninguna manera» que el consumo de azúcar, que se ha demostrado que es perjudicial para la salud humana en muchos estudios, sea preferible al de los edulcorantes no nutritivos.